Salmo 23

I

El Señor es mi Pastor; nada me faltará.

II

En lugares de verdes pastos me hace descansar.

III

Junto a aguas de reposo me conduce.

Comentario

I

Mi conciencia es mi Señor y Pastor. Aquello que Yo Soy consciente de ser, es la oveja que me sigue. Tan buen pastor es mi conciencia de ser, que nunca ha perdido una oveja o cosa que Yo Soy consciente de ser.

Mi conciencia es una voz que llama en el desierto de la confusión humana; llamando a que me siga todo lo que Yo Soy consciente de ser. Tan bien mis ovejas conocen mi voz, que nunca han fallado en responder a mi llamado; ni tampoco habrá un momento en el que aquello de lo que Yo estoy convencido de ser, no me encuentre.

Yo Soy una puerta abierta para que entre todo lo que Yo Soy. Mi conciencia de ser es Señor y Pastor de mi vida. Ahora sé que nunca necesitaré pruebas ni me faltarán evidencias de aquello de lo que Yo Soy consciente de ser. Sabiendo esto, me haré consciente de ser grande, bondadoso, rico, saludable y de todos los demás atributos que admiro.

II

Mi conciencia de ser magnifica todo lo que Yo Soy consciente de ser, así que siempre hay una abundancia de aquello de lo que yo soy consciente de ser. No hace ninguna diferencia qué es lo que el hombre es consciente de ser, él lo encontrará eternamente brotando en su mundo. La medida del Señor (la concepción que el hombre tiene de sí mismo) es siempre buena, presionada, remecida y rebosante.  

III

 No hay necesidad de luchar por aquello que soy consciente de ser, porque todo lo que soy consciente de ser me conducirá tan fácilmente como un pastor conduce a su rebaño a las aguas tranquilas de una suave primavera.

Síntesis

IV

Él restaura: mi alma; él me guía por senderos de justicia por amor de su nombre.

V

Sí, aunque pase por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno; porque tú estás conmigo; tu vara y tu cayado me infunden aliento.

VI

Tú preparas una mesa delante de mí en presencia de mis enemigos; tú has ungido mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando

VII

Ciertamente la bondad y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida; y habitaré en la casa del Señor para siempre.

Comentario

IV

Ahora que mi memoria ha sido restaurada, para que yo sepa que Yo Soy el Señor y que fuera de mi no hay Dios – mi reino es restaurado. Mi reino – el cual se desmembró el día que yo creí en poderes aparte de mí mismo, ahora está completamente restaurado. Ahora que sé que mi conciencia de ser Dios, usaré correctamente este conocimiento haciéndome consciente de ser aquello que deseo ser.

V

Sí, aunque camino a través de toda la confusión y las cambiantes opiniones de los hombres, no temeré el mal porque he descubierto que la conciencia es aquello que crea confusión. Pero en mi propio caso, habiéndola restaurado a su lugar correcto y a la dignidad, en lugar de confusión, manifestaré aquello de lo que ahora yo soy consciente de ser. Y hasta la confusión misma hará eco y reflejará mi propia dignidad.

VI

Frente a la aparente oposición y conflicto yo tendré éxito, ya que continuaré manifestando la abundancia que ahora soy consciente de ser.

Mi cabeza (conciencia) continuará rebosando con la alegría de ser Dios.

VII

Debido a que ahora Yo Soy consciente de ser bueno y misericordioso, signos de bondad y misericordia están obligados a seguirme todos los días de mi vida, porque continuaré habitando en la casa (o la conciencia) de ser Dios (el bien) para siempre.


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