Sean Hacedores de la Palabra

En el libro de Hebreos Pablo nos dice “Descansa en el Señor.” ¿Por qué? Debido a que el hombre que descansa en el Señor es transformado en la imagen en la cual descansa. Si mi objetivo es ser un buen maestro y descanso en ese sentimiento, seré transformado en esa imagen.

Desafortunadamente, la mayoría de los estados en los que los hombres descansan, son negativos. Sintiéndote inseguro, descansarás en la convicción de que el mundo te debe la vida. Sintiéndote herido, es fácil descansar en ese agravio hasta que tu estado se vuelve natural. Tú puedes condenar el estado y creer que otros son su causa, pero, a través de tus sentimientos de sentirte herido, serás transformado en la misma imagen del estado que condenas. Y si alguien parece causarte disgusto, recuerda, no hay otro. El estado en el cual descansas está haciendo que escuches las conversaciones silenciosas e invisibles. Aunque las palabras son escuchadas por ti y solo por ti, actúan como imanes y atraen hacia ti las circunstancias de tu vida.

“Sean hacedores de la palabra y no solamente oidores, engañándose a sí mismos.” En cada reunión yo comparto contigo los conocimientos que he adquirido a través de la experiencia personal, pero yo no puedo hacer que pongas en práctica estos conocimientos. Como maestro, exijo resultados. Como estudiante, te insto a probar esta verdad, porque si es cierta se probará a sí misma en las pruebas.

En el capítulo 25 del libro de Mateo la parábola nos habla de los sirvientes a quienes su amo les dio talentos. A uno se le dieron cinco talentos, los cuales él aumentó a diez. A otro, se le dieron dos talentos, que fueron aumentados a cuatro. Y cuando el tercero recibió su único talento, lo enterró, por lo tanto, nunca permitió que aumentara. Cuando el amo regresó, se alegró por el aumento que fue mostrado por los dos primeros. Pero él tomó el de aquel que había escondido su talento y se lo dio al que tenía diez, diciendo: “A todo el que tiene, se le dará más y tendrá en abundancia; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado”.

Esta enseñanza es como los talentos. Practicada a diario, tu poder de conciencia crecerá. Si eres solo un oyente, tu conocimiento, no utilizado, pronto se marchitará y atrofiará. Ponte a prueba cada día. Deja en paz a los demás y vuélvete hacia ti mismo, porque la promesa es: “De acuerdo con tus obras te será hecho”

El hombre que se supera a sí mismo sube a un nivel más elevado del ser. Observa tus reacciones a la vida acríticamente, a continuación, trabaja en ti mismo practicando esto psicológicamente. Solo trabajando en ti mismo puedes elevarte a un nivel superior. Pero no puedes hacerlo con una emoción negativa; debe ser positiva. Se nos ha dicho “Levanta tus ojos a los montes de donde vendrá tu ayuda.” Los pensamientos negativos causan emociones bajas, mientras que los pensamientos positivos elevan. Si escuchas tus pensamientos, detén su flujo negativo y cámbialo de modo que escuches lo que quieres oír, sentirás una emoción positiva de alivio, la cual es seguida por una quietud que trae consigo el conocimiento de que tu oración ha sido contestada.



Ahora, como el título de esta lección lo indica, se nos insta a ser hacedores de la palabra y no solamente oidores, engañándonos a nosotros mismos. En el libro de Santiago, un oidor se define como alguien que observa su rostro natural en el espejo, a continuación, se da vuelta y se olvida como luce; mientras que el hacedor es quien mira la perfecta ley de la libertad, persevera y es bendito en todo lo que hace.

¿Cómo puedes mirar en el espejo de la mente y estar satisfecho con lo que ves? Mirando la cara de tu esposa, marido, padre o amigo. Cierra los ojos, relájate y piensa en un amigo que se regocija de tu buena fortuna. Cuéntale tus buenas noticias y mira la expresión de alegría apareciendo en su rostro imaginado. Su expresión te va a liberar, ya que su conocimiento te ha liberado para expresar tu deseo. Habiendo mirado en la perfecta ley de la libertad, persevera y serás bendecido en el hacer.

En el libro de Mateo la ley dice así: “Todo cuanto quieran que los hombres les hagan, así también hagan ustedes con ellos, porque esta es la ley de los profetas.” Aquí descubrimos que la Biblia habla de la psicología del hombre y no de su forma física. La Biblia registra lo que haces dentro de ti mismo, diciéndote que las conversaciones que llevas internamente originarán tus acciones futuras. Llevando siempre conversaciones mentales con seres imaginarios, hazte consciente de tus pensamientos. Debes ser selectivo y hacer que sus conversaciones internas sean positivas, porque la imaginación mecánica está dormida y es negativa, mientras que la imaginación despierta es positiva y noble.

Esta noche, selecciona a alguien que amas y reorganiza tu opinión sobre él. Mantén conversaciones mentales con él basadas en esta nueva premisa y tú serás un hacedor de la palabra. Si no lo haces, eres solo un oidor, engañándote a ti mismo.

Esta enseñanza es para despertar al ser activo, dinámico, que eres en realidad. Dormido, tus pensamientos son negativos y pasivos y no pueden cambiar hasta que acríticamente observes tus reacciones a la vida.  Si eres honesto contigo mismo, encontrarás un ser interno del cual no te sentirás orgulloso, un monstruo que necesita ser domesticado. Domestica a ese monstruo, llenando tu mente con pensamientos positivos de alegría y satisfacción, y convertirás a ese monstruo en un ser de amor.



Entra en el hábito de observar tus reacciones a la vida. Date a ti mismo tu pan de cada día dándote la habilidad de ya no reaccionar negativamente. Conviértete en un hacedor reconociendo un pensamiento negativo, luego rompiéndolo y poniendo inmediatamente uno positivo. Todas tus quejas, tus heridas, la autocompasión y la creencia de que otros son la causa de tu dolor son animales que deben ser sacrificados en el altar de la conciencia. Deja ir todos los sentimientos negativos, selecciona la mansión (estado) en el cual deseas entrar y entra.  

La ley que trae la pobreza también trae la riqueza. Deja que el débil diga: “Yo soy fuerte”, y el pobre que diga, “Yo soy rico”, porque sólo lo que afirmas dentro tuyo puede ser manifestado. Siéntete en el estado de la pobreza y la pobreza será manifestada. Siéntate en el estado de la seguridad diciendo, “Yo soy seguro”, y la seguridad será el resultado. Pero si no te sientes a ti mismo en el estado deseado, estarás por siempre libre de sus resultados; ya que se requiere un estado de conciencia para producir su efecto, nunca será efectuado sin tal cambio en la conciencia. Debes sentirte justo en la situación de tu oración respondida, a continuación, vive y actúa en esa convicción. Si no lo haces, nunca conocerás los resultados de ese estado.

Tu fortuna o desgracia fue traída a la existencia por tu estado de conciencia. No hay ninguna otra causa. Ten el valor de aceptar esto y luego conviértete en un hacedor y, al hacerlo, serás bendecido en cada una de tus obras. Comienza ahora a ser consciente de lo que oyes decirte a ti mismo y deja de recibir estas impresiones mecánicamente e inconscientemente.

Lo que escuchas debe ser filtrado a través de lo que eres. Y lo que eres, es lo que escuchas. Los buenos pensamientos provienen de ideas buenas creadas por una buena persona; por lo tanto, sean buenos unos con otros, misericordiosos, perdonándose unos a otros.

Ahora, una asunción es llamada la corona de los misterios y toda asunción es hecha solo por ti. El mundo que ves depende, no tanto en lo que está allí, sino en la asunción que tú haces cuando lo miras. El talento que se te ha confiado es tu poder de asunción consciente. No lo entierres. Dormido a este conocimiento, tus reacciones al día son mecánicas, negando todo lo que ves y escuchas. ¡Despierta! Hazte consciente de lo que estás haciendo y diciéndote a ti mismo, y elévate en la conciencia controlando tus pensamientos y haciéndolos positivos, amables, amorosos y satisfactorios. 


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