La Moneda del Cielo

Año 1954.

Siendo este mi último domingo por un año, no quiero dejar ninguna duda en tu mente de lo que intenté decir en las últimas conferencias. Así que voy a hacer una pregunta que puedes responder en silencio. ¿Has vivido tu vida de tal manera que deseas volver a vivirla? Bueno, si no lo has hecho, es mejor que escuches con atención lo que diré esta mañana, si aún no has comenzado, porque te puedo decir que la próxima vida, es esta vida. Cuando se abra el ojo, lo verás. Ese hombre, a menos que despierte y cambie las sendas de esta vida, las recorre para siempre. Entonces, si no has vivido esta vida de tal manera que realmente deseas volver a vivirla, comienza ahora a cambiar esas sendas y crear nuevas sendas. 

Déjame darte una simple y pequeña visión; estas son todas visiones verdaderas del orador.  Acostado en mi cama, de repente, se abrió el ojo interior y vi a un hombre vestido con ropa de trabajo y caminando por las aceras de una ciudad importante. Cuando llegó a un pozo que estaba abierto para recibir carbón, de hecho, el carbón acababa de ser entregado, él dejó caer algo de su mano y, en lugar de agacharse a recoger lo que se había caído, él recogió enormes trozos de carbón que estaban dispersos alrededor del pozo; luego mi visión se relajó. Cuando volví a concentrarme en la visión, fue en la primera parte de la escena, del hombre caminando por la acera. Él llegó un pozo de inspección, dejó caer algo, tal como había hecho en el estado anterior, agachándose él recogió el carbón como lo había hecho antes. Todo fue en detalle. Cuando lo vi por segunda vez, dije: “esa escena no ha cambiado ni un ápice”. Mi atención se relajó de nuevo. Cuando me volví a concentrar, estaba en la primera parte de la escena. Ahora yo podría profetizar por ese hombre; yo sabía exactamente lo que haría en cada momento del tiempo hasta ese pozo de inspección, donde dejaría caer su paquete y no lo recogería, sino que recogería el carbón. Yo sabía que miraría dentro de ese pozo y luego cambiaría de opinión, ya sea porque alguien de abajo lo vio recogerlo y no quería las consecuencias de su acción, o de lo contrario porque tuvo un cambio de corazón; pero yo sabía en detalle qué haría ese hombre.

Nosotros estamos caminando por senderos y los senderos son para siempre, y por la simple curvatura del tiempo, tu próxima vida es esta vida. Tú simplemente la repites, por lo tanto, si no has actuado de tal manera que estés orgulloso de ella, comienza ahora y comienzas el cambio hoy.

Te hemos dado un sistema por el cual la cambias.  

Para aquellos que no han oído por qué digo que caminas senderos: tú estás puesto para siempre en la presencia de una energía infinita y eterna y de esta energía proceden todas las cosas, pero proceden de acuerdo con el patrón. La energía se está moviendo de acuerdo a cierto patrón y tú determinas el patrón que toma, ya que tú realmente estableces estas sendas dentro de ti, sobre las cuales fluye la energía mediante el uso de tus conversaciones internas.  

Esta energía, ahora la llamo mente, sigue las sendas establecidas en la propia conversación interna de un hombre. Entonces, si tus conversaciones internas no son lo que deberían ser, hoy te pido que comiences a mantener conversaciones dentro tuyo, basadas en premisas de ideales cumplidos. Si hasta ahora has fallado en encarnar el hombre o la mujer que quieres ser, empieza ahora a asumir que eres ese hombre, que eres esa mujer, e internamente mantén conversaciones con tus amigos, aquellos que te respetan o aquellos que quieres que te respeten y mantén esas conversaciones desde las premisas que ellos ven en ti, el hombre o la mujer que quieres que el mundo vea, tal como si ya lo fueras. Entonces esas palabras internas, que son realmente el terreno fértil de la acción futura, establecerán nuevas sendas y luego la energía, que está siempre fluyendo, fluirá sobre estas sendas y las condiciones y las circunstancias de la vida cambiarán. Si no estableces nuevas sendas, profetizaré para ti, te encontrarás a ti mismo repitiéndolo, pero no sabrás que lo has hecho antes.  

Si sólo pudiera ahora llevarte conmigo a la visión interna y mostrarte esta sala elevándose, todo elevándose en detalle, como una cortina tridimensional elevándose, pero, aunque todo se está moviendo hacia arriba, sin embargo, permanece. Es tan completamente automático que se eleva a cada momento del tiempo, el mundo entero está elevándose y mientras se eleva, el mundo permanece igual. Es casi como si no hubiera pasado nada y por eso no puedes verlo, pero si el ojo interno se abre, lo ves elevarse y como se va, aquello que comienza es el duplicado, el duplicado perfecto de aquello que se elevó y se eleva de manera tridimensional, de modo que cuando un hombre recorre estas sendas, ignora por completo que las ha caminado por siempre.

Así que traigo un mensaje para hacerte consciente, el hombre debe despertar del sueño donde es simplemente un autómata. Él se mueve como una máquina, luego comienza a despertarse y cuando despierta, entonces no es en absoluto el hombre que aparentemente en el pasado actuó por toda la eternidad. Se despierta en un nuevo ser, un nuevo hombre.

Ahora, el nuevo hombre es un hombre de nuevas conversaciones, como se te dijo en Efesios “Despójate de las conversaciones anteriores que pertenecen al viejo hombre, el cual es corrupto según los deseos engañosos”(versión KJV). El nuevo hombre se identifica con palabras completamente nuevas, él habla solamente cosas amables; es incapaz de cualquier pensamiento desagradable en el mundo; es incapaz incluso de escuchar lo desagradable, porque internamente él habla sólo lo amable, sólo las cosas amorosas del mundo. Luego se encuentra despertando a un hombre que estaba dormido; él despierta al segundo hombre que se llama Jesucristo en la Biblia, el cual ahora te digo que es tu propia maravillosa y amorosa imaginación. Cuando la imaginación se despierta, es incapaz de ser ejercida de ninguna otra manera que no sea una manera amorosa. Entonces, cada vez que usas tu imaginación amorosamente, literalmente tú estás despertando este hombre interno y estás mediando entre Dios y el hombre. Si pienso en alguien de una manera amorosa, yo estoy en contacto con ese ser y Dios fluye hacia él.

Ahora, porque este es mi último domingo, te daré lo que di a la clase el viernes pasado:  No lo mires así como una imagen metafórica; míralo como una imagen real. Imagínate a ti mismo en la base de una maravillosa cascada y esa agua fluyendo hermosamente en ti e imagina que fluye a través de ti y ahora fluyendo de ti hacia alguien en quien piensas.

Hago esta declaración porque es una declaración verdadera; nosotros estamos ahora en el Edén, pero estamos dormidos como se dijo en el segundo capítulo de Génesis; el hombre se durmió profundamente cuando fue puesto para cultivarlo y cuidarlo.  Para despertar, haz esto: me imagino a mí mismo como el centro a través del cual irradia el agua y todos en este mundo están enraizados en mí y terminan en mí como yo estoy enraizado en Dios y termino en Dios, así es que yo estoy en el jardín de Dios, es el Edén. Pero en el jardín de Dios, cada hombre en el mundo tiene una parcela, un pequeño jardín. En ese jardín hay árboles que crecen, tú puedes verlos; si yo miro a este hombre ahora y miro internamente su parcela en mi jardín, yo veré los árboles, algunos se llamarán salud, otros los llamo riqueza, el árbol de la dignidad, el árbol de la nobleza, el árbol de ser querido – éstos pueden estar marchitos, realmente nunca morirán, pero pueden marchitarse, necesitan agua. Sólo imagina que estás regando esa planta y mira en el ojo de tu mente las hojas que aparecen en lo que antes era una planta estéril. Observa cómo aparece el fruto y dondequiera que él esté en el mundo, al regar su jardín – que en realidad es tu propio jardín- él encarnará las mismas cualidades que el árbol que ahora está comenzando a producir e irradiar.

Tú nombras el árbol; como quiera que lo llames, eso es. Tú nombras a este, si sabes que no es querido – él desea ser querido- tú lo nombras y dejas que el agua fluya hacia él. Imagina que está creciendo de manera saludable en ese jardín y observa cómo saca sus hojas y cómo saca su fruto. Donde quiera que esté en el mundo, él comenzará a ser querido por las personas en su mundo. Si está desempleado, es un árbol de empleo; míralo irradiar sus hojas e irradiar su fruto; él será buscado y tendrá un empleo remunerado.

Te digo que esto no es una vana declaración, todos aquí pueden hacerlo y todos deberían hacerlo. Cada vez que riegas el árbol en el jardín de alguien, al mismo tiempo tú estás regando tu propio jardín en el jardín eterno de Dios. Porque ‘Yo soy la vid y ustedes son las ramas “, todos los hombres pueden decir lo mismo. Entonces, al levantarte – aquí hay dos mil seiscientos de ustedes – individualmente eres la vid central del jardín de Dios y todos en tu mundo son una rama en esa vid. Así que cuando yo, como vid central, riego una rama en mi jardín, en ese mismo momento estoy siendo regado y mi jardín está siendo regado en tu maravilloso jardín. No tengo que regar el mío, sólo cuidando los muchos  jardines en el Edén de Dios, yo cuido mi propio jardín que está en la vid de todos en el mundo.

Inténtalo, puedes bendecir a todos en el mundo y luego, finalmente, el ojo se abre, el oído se abre, el hombre interior se despierta y ves el mundo más glorioso, el cual siempre está aquí para ser visto, sólo que nosotros, en nuestro sueño, lo hemos cerrado. Cerramos todo el maravilloso mundo dorado al irnos a dormir y convirtiéndonos en un autómata; pero tómame en serio porque tu próxima vida, es esta vida. Tú haces de esta vida lo que quieres hacer, porque si no lo haces, te encontrarás a ti mismo automáticamente y ni siquiera lo sabrás, porque como persona dormida no sabes que estás caminando por el mismo sendero. Sin tan sólo pudiera llevarte dentro de mí y dejarte ver con el ojo del ojo interno y observar a estos autómatas en el mundo, gente dormida; sí, los ojos están abiertos y parecen estar despiertos, pero realmente están profundamente dormidos porque están repitiendo lo mismo.

Hazte consciente y a medida que te haces consciente, entras en el círculo más glorioso de la humanidad despierta. Yo lo llamo el círculo consciente de la humanidad, o como mi antiguo maestro solía llamarlo “Los Hermanos”. Simplemente significa el hombre despierto y cuando despierta, todos ellos son seres gloriosos, ya que todos son la imagen del Divino. Así que pruébalo, pruébalo hoy con el arte de la revisión. Al final de este día, revisa el día de hoy. Si hay alguna cosa desagradable en el día, no la permitas, reescríbela. Toma la misma escena y reescríbela y una vez que la hayas reescrito, vuelve a actuarla. En tu imaginación, imaginas que la acción se desarrolla y recreas todo; al recrearla como deberías haberlo hecho la primera vez, la has cambiado. Y el momento nunca retrocede, como la gente piensa, el momento avanza.

Ahora bien, esto puede parecer una afirmación insana – que ayer es el futuro de hoy – parece una locura que pienses que no lo es, que es pasado, pero por la curvatura del tiempo lo descubrirás, pero no lo sabrás, porque estarás dormido, a menos que comiences a despertar y encuentres en tu futuro, aquello que es antaño, porque el momento nunca retrocede, siempre avanza hacia el futuro para enfrentarnos. Entonces, si no lo cambias, simplemente te encontrarás repitiendo una y otra vez aquello que afortunadamente en la infinita misericordia de Dios, el sueño deja fuera la memoria de ello, así que lo estás haciendo y crees que lo estás haciendo por primera vez. Pero te pido que despiertes, porque el propósito de esta plataforma es despertar a todos los que vienen aquí, para que todos podamos entrar en esta hermandad de la humanidad despierta.

Se nos dice que hubo ‘dos ​​regalos que se le dieron al hombre al nacer’ – no se refiere a este pequeño nacimiento cuando dejé el vientre de mi madre, sino cuando dejé el gran vientre de mi Padre, que es el gran vientre de la creación; cuando, antes de que el mundo existiera, Él me creó y me hizo perfecto y me puso en este mundo con un propósito, un propósito educativo. Entonces él me dio dos regalos; él me dio su propia mente y me dio el don de la palabra, la misma cosa que usó para crear un mundo. Él habló para que el mundo existiera y luego me dio el regalo por el cual él habló para que el mundo existiera; así, me dio la mente y el habla. Si lo uso sabiamente y lo hago correctamente, seré conducido a la realización, al cumplimiento de todos mis deseos; ninguno está más allá de mi capacidad de realizar. Si continuamente lo uso sabiamente, cuando abandono el cuerpo – como el mundo lo llama, un hombre muerto – cuando dejo esto y entro en otra dimensión, por el uso sabio de los mismos dos regalos, seré llevado en compañía de los bienaventurados, si despierto. Si no lo uso sabiamente, continúo mi círculo de sueño; si lo uso sabiamente, romperé el círculo de recurrencia y me elevaré más allá de ello hacia la eternidad. Si no lo hago, continúo en la línea curva del tiempo y lo repito una y otra vez hasta que un día me despierte, porque estoy destinado a ajustarme con la imagen de su hijo.

Así que no tengo dudas de que todos se despertarán, pero ¿por qué no comenzar ahora el proceso de despertar? Y lo empiezas practicando el arte de la revisión. Inténtalo; no lo tomes de manera superficial. Te pido y te ruego que leas una y otra vez el capítulo “Las tijeras de podar de la revisión” y lo hagas día tras día, y nunca dejes que el sol descienda sobre tu ira. Cualquier aflicción o cualquier problema del día, resuélvelo antes de dormir y lleva esa imagen resuelta al sueño y encontrarás al hombre interior despertando. Lo intentas con tus amigos y tú eres la gran cascada.  

La Biblia habla de agua, el místico sabe que no significa agua, significa verdad. Por lo tanto, cuando veo a alguien en el ojo de mi mente y lo veo libre, entonces le estoy dando la única verdad que lo liberará. Asimismo, si riego su planta, imagino que el agua realmente va allá y veo que las hojas comienzan a aparecer y que el hombre se vuelve libre: él se vuelve saludable, se vuelve seguro, se vuelve amado, entonces esos árboles crecen maravillosamente en mi jardín y así, mientras hago eso, no sólo su planta se beneficiará de mi riego, sino que también yo me beneficiaré, comenzaré a despertar.

Así que les pido a todos aquí que realmente lo intenten. Ahora, sé que hoy el título era “La moneda del Cielo”, pero siendo este el último día, pensé que simplemente daría una especie de resumen rápido de lo que he tratado de decir, porque el propósito detrás de estas conferencias, fue estimularte a interferir con tu trayectoria temporal para que puedas hacer algo al respecto, ya que el simple paso del tiempo no puede cambiar nada. Si esperas, pensando que va a haber algún cambio más allá de la tumba, te digo que esperarás en vano. No hay poder transformador más allá de la tumba, todo el poder transformador está en el hombre ahora para interferir con su trayectoria temporal y tú interfieres con ello, simplemente cambiando un momento en el transcurso de un día, no aceptándolo como final, sin importar cuán indiscutibles sean los hechos del día. Tú sabes que tuviste esa experiencia, no permitas que el día descienda sobre ella y dile: “Bueno, la tuve”. Vuelve a ese momento en el tiempo, reescríbelo, vuelve a representarlo en la versión revisada y repítelo una y otra vez en tu imaginación, hasta que adquiera los tonos de realidad. Al tomar los tonos de realidad, tú has cambiado tu futuro. Toma otro incidente y cámbialo y sigue cambiando todos los pequeños episodios, todas las pequeñas experiencias y haz que se ajusten a una experiencia más idealista y revívela.

Si alguien está aquí por primera vez, puede pensar:  Bueno, eso es engañarse a sí mismo. Aun así, inténtalo, pruébalo y mira si el hombre interior no se despertará y cuando él se despierte verás un mundo que es automático. Verás un mundo que es una máquina y todo el vasto mundo actuando sus partes que han actuado por siempre, y continuarán actuando en la curvatura del tiempo para siempre, hasta que él salga de ello y se levante de entre los muertos. Como se te dice, “Despiértate, tú que duermes y levántate de entre los muertos”.

El estado llamado ahora dormido, se compara con la muerte, donde el hijo ha muerto. Por lo que se nos dice que el segundo hijo – el hijo pródigo- cuando regresó de ese ciclo y fue recibido, el padre dijo: “Él estaba muerto y ha revivido; se había perdido y ha sido hallado”.  De modo que ese estado de perdido, se compara con la muerte y el único propósito ahora es levantarse; no amasar una fortuna, aunque tienes derecho a ella, no ser famoso, aunque tienes derecho a ello, sino simplemente despertarse del estado de sueño. Y no conozco otra manera de despertar a un hombre, que mostrarle lo mecánico que él es y si toma y practica seriamente el arte de la revisión, el ojo se abrirá y tendrá las experiencias de las que habló el orador.

Tú también, acostado en tu cama, encontrarás que el ojo se asoma a una ciudad que puede estar a más de mil kilómetros de distancia y allí verás más claramente de lo que yo te veo a ti ahora. Observarás y verás la senda de un hombre y luego te mostrarás desinteresado, pero de repente, te interesarás una vez más. Tú no tienes una imagen de memoria del hombre, ves todo de nuevo. Ves al hombre caminar por la misma acera, él hace todo lo que hizo un momento antes. Luego, llévalo de nuevo, esa senda está puesta para siempre y la recorrerá para siempre hasta que despierte. 

Por lo tanto, les pido a todos aquí que me tomen en serio. Si esto te parece demasiado místico para ti, no me disculpo; es lo único que yo puedo darte ya que, cuando comienzo a despertar, tengo que darte la comida de la que entonces mi padre me alimenta. Él me alimenta de nuevas ideas; él cambia mis valores, él cambia todos mis significados en el mundo. Yo no tengo el mismo significado que tuve el año pasado; no tengo los mismos valores que tuve el año pasado; porque los motivos que tuve el año pasado podrían haber estado en una línea diferente; pero luego, de repente, las cosas cambian y no puedes poner el valor donde antes lo pusiste. No puedes ponerlo en la riqueza, no puedes ponerlo en los nombres, no puedes ponerlo en el reconocimiento. Todos tus valores cambian y luego comienzas a ver internamente un nuevo mundo maravilloso.

Así que te digo que este jardín del que hablo es un verdadero jardín, a esto tú lo llamas el mundo. No creas ni por un momento que estás en exilio; este maravilloso mundo objetivo visible, no es un lugar de exilio, es la vestimenta viviente de mi Padre. Realmente es su vestimenta viviente, pero necesita intérpretes. Los hombres individuales, a medida que comienzan a despertar, vienen e interpretarán para ti esta extraña armonía discordante, porque te digo que, para ti, todo en tu mundo está relacionado por afinidad con tu propia actividad mental. Tú no puedes verlo y, por lo tanto, no puedes ver esta discordia como relacionada contigo, tú no pensaste de esa manera conscientemente, tú no estabas consciente de ello. Si fueras consciente de la actividad dentro de ti, verías todo relacionado contigo mismo, con tu propio ser. Lo que no ves ahora, aun así, sabrás que está relacionado, por lo tanto, los intérpretes vienen porque el intérprete – cuando él comienza a despertar- él sabe que este mundo maravilloso tiene una voz para él que habla de las cosas detrás del velo, detrás del velo de su propia mente.

Ahora mismo, detrás de tu cara hay una actividad, una actividad de tu propia imaginación y esa actividad, si pudieras verla, la verías proyectada como las condiciones y circunstancias de tu vida. Ninguna cosa está fuera de orden, cambia la actividad y tú cambias el mundo en el que vives y tú cambias esa actividad cambiando tu conversación interna, porque el habla refleja tu mente y tu mente refleja a Dios. Si no cambias el habla, no has cambiado la actividad y si no cambias la actividad, no puedes cambiar las condiciones de la vida, ya que sólo son testigos de esta acción interna de tu mente. 

Entonces, quieres cambiar, espero que lo hagas; porque si ahora reflexionas sobre tu vida – sean diez años o sesenta años – y no puedes decir dentro de ti mismo: ‘Me gustaría vivir esto de nuevo, si tuviera la libertad de elegir”, entonces es mejor que comiences cambiándola ahora mismo, porque te hago una  profecía, te hago una promesa, tu próxima vida es esta vida. Entonces, si no puedes ahora en reflexión decir: “Deseo vivirla de nuevo”, pues comienza hoy a establecer nuevas sendas, porque si no lo haces, la vas a vivir de nuevo, y ni siquiera sabrás que la estás viviendo de nuevo. Es totalmente automático, caminas sin esfuerzo por las sendas, porque te pones en presencia de energía y no puedes parar de caminar; tú has colocado las sendas y las caminarás y la curvatura del tiempo te traerá de vuelta una y otra vez por siempre y para siempre, hasta que lo rompas y comiences a despertar y cuando despiertes ingresas en el círculo de la humanidad despierta. Y te diré que los conoces más íntimamente que a nadie que conozcas ahora en el estado de sueño. No hay una persona en la tierra que conozcas tan íntimamente como aquellos que han despertado cuando tú despiertas.  Cuando entras en su presencia y te mezclas con ellos, te vuelves uno. Tú no pierdes tu identidad, de hecho, tiendes por siempre a una individualización cada vez mayor. Nunca te absorbes y pierdes tu identidad, pero cuando te despiertas, despiertas al ser que siempre fuiste, pero lo habías olvidado y te quedaste profundamente dormido. Hay una belleza en el hombre interior que el hombre exterior nunca ha tocado, nunca ha marcado.  Así, cuando despiertes, ellos estarán allí para recibirte porque esperan con impaciencia la ruptura del círculo de la recurrencia. Entonces, inténtalo.

Les hemos dicho muchas cosas este año, muchas cosas que parecían demasiado místicas, pero yo lo señalé cuando lo tomé hace cuatro domingos, que este año les daría el final de una cuerda dorada y te pedí que la enrollaras en una bola y que, si lo hacías, te llevaría a la puerta del cielo construida en la muralla de Jerusalén.  Bueno, siento que te he dado esa cuerda, pero no puedo enrollarla en una bola por ti. Te prometo que voy a regar tu jardín, pero eso no te despertará, te despertará sólo a cosas más hermosas de alguna manera, pero realmente no romperá el círculo para ti, así que este día, nuevamente te ofrezco el fin de la cuerda dorada, pero te pido que la enrolles y la enrolles en una bola, mediante  la aplicación diaria del principio de revisión, observando diariamente tus acciones internas y ver si corresponden a las acciones que deseas realizar en el mundo exterior.

Observa cuidadosamente tus conversaciones; ¿son de premisas de ideas cumplidas? Si no lo son, regresa y realmente hazlas corresponder con el ideal que deseas encarnar en este mundo. Comienza, eso es enrollarlo en una bola y te llevará a la puerta del cielo construida en la muralla de Jerusalén. No tengo ninguna duda en mi mente, lo sé por experiencia, que así yo abrí esa muralla; la abrí por aplicación. Por eso, he advertido cada vez que tomé la plataforma, que el conocimiento que tienes ahora no sirve de nada a menos que se aplique. Un poco de conocimiento, si lo llevas a cabo en la acción, será mucho más beneficioso que mucho conocimiento que olvidas llevar a cabo en la acción. Si tuvieras todo el conocimiento del mundo y no lo pusieras en práctica, no despertarías.

Ahora aquí esta mañana todos lo han escuchado; tómalo hoy y comienza este día revisando y observa como el círculo comienza a romperse, mira cómo el ojo comienza a abrirse y te digo que no hay un regalo en la tierra, no hay una posesión en el mundo, que desearías más que la apertura del ojo cuando éste se abre. Por eso digo que tus valores cambian, el significado de la vida cambia, porque no venderías el ojo que se abre ni por toda la riqueza del mundo; no lo cambiarías por ningún reconocimiento en el mundo, que ahora se confiere a los llamados grandes. Ves a los así llamados grandes, todos igualmente dormidos actuando sus partes, caminando líneas curvas, y luego un chasquido y te mueves hacia un mundo maravilloso de la humanidad despierta y allí ves a estos seres glorificados, pero realmente seres glorificados, que te precedieron en el círculo consciente de la humanidad.


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