Clarividencia

“Teniendo ojos, ¿no ven? y teniendo oídos, ¿no oyen? ¿no recuerdan?”  – Marcos 8: 18

La verdadera clarividencia descansa, no en tu capacidad de ver cosas más allá del alcance de la visión humana, sino más bien en tu capacidad de comprender lo que ves.

Cualquier persona puede ver un informe financiero, pero muy pocos pueden leer un informe financiero. La capacidad de interpretar el informe es la marca de visión clara o clarividencia.

Que cada objeto, tanto animado como inanimado, está envuelto en una luz líquida que se mueve y pulsa con una energía mucho más radiante que los objetos mismos, nadie lo sabe mejor que el autor; pero él también sabe que la capacidad de ver tales auras no es igual a la capacidad de comprender lo que uno ve en el mundo que lo rodea.

Para ilustrar este punto, aquí hay una historia con la que todo el mundo está familiarizado, pero solo el verdadero místico o clarividente la ha visto realmente.

Síntesis

La historia de Dumas “Conde de Montecristo” es, para el místico y verdadero clarividente, la biografía de cada hombre.

I

Edmond Dantes, un joven marinero, encuentra muerto al capitán de su barco. Tomando el mando del barco en medio de un mar sacudido por la tormenta, intenta conducir el barco a un lugar seguro.

II

Dantes recibe un documento secreto que debe entregarse a un hombre que él no conoce, pero que se dará a conocer al joven marinero a su debido tiempo. Este documento es un plan para liberar al emperador Napoleón de su prisión en la isla de Elba.

III

Cuando Dantes llega al puerto, tres hombres (que con sus halagos y elogios han logrado abrirse paso entre las buenas gracias del rey actual), temiendo cualquier cambio que altere sus posiciones en el gobierno, hacen que arresten al joven marinero y sea confinado a las catacumbas.

IV

Aquí, en esta tumba, Dantes es olvidado y dejado en decadencia. Pasan muchos años. Entonces, un día, Dantes (que en ese momento es un esqueleto viviente) escucha un golpe en la pared. Respondiendo a este golpe, escucha una voz del otro lado de la piedra. En respuesta a esta voz, Dantes quita la piedra y descubre a un viejo sacerdote que ha estado en prisión tanto tiempo que ya nadie sabe el motivo de su encarcelamiento o el tiempo que ha estado allí.

Comentario

I

La vida misma es un mar sacudido por la tormenta con el que el hombre lucha mientras intenta dirigirse hacia un refugio de descanso.

II

Dentro de cada hombre está el plan secreto que liberará al poderoso emperador dentro de sí mismo.

III

El hombre, en su intento de encontrar seguridad en este mundo, es engañado por las luces falsas de la avaricia, la vanidad y el poder.

La mayoría de los hombres creen que la fama, una gran riqueza o el poder político los protegerán contra las tormentas de la vida. Entonces buscan adquirir estos como los anclajes de sus vidas, solo para descubrir que, en su búsqueda por ellos, gradualmente pierden el conocimiento de su verdadero ser. Si el hombre pone su fe en cosas que no sean él mismo, aquello en lo que coloca su fe, lo destruirá con el tiempo; en ese momento él estará como uno encarcelado en la confusión y la desesperación.

IV

Aquí detrás de estos muros de oscuridad mental, el hombre permanece en lo que parece ser una muerte viviente. Después de años de desilusión, el hombre se vuelve y descubre dentro de sí mismo al anciano (su conciencia de ser) que ha sido enterrado desde el día en que creyó ser hombre y olvidó que era Dios.

Síntesis

V

El viejo sacerdote había pasado años cavando su salida de esta tumba viviente, solo para descubrir que había cavado hacia la tumba de Dantes. Luego se resigna a su destino y decide encontrar su alegría y libertad instruyendo a Dantes en todo lo que sabe sobre los misterios de la vida y también para ayudarlo a escapar.

Dantes, al principio, está impaciente por adquirir toda esta información, pero el anciano sacerdote, con paciencia infinita acumulada a través de su largo encarcelamiento, le muestra a Dantes cuán incapacitado es para recibir este conocimiento en su mente presente, no preparada y ansiosa. Entonces, con filosófica calma, lentamente le revela al joven los misterios de la vida y el tiempo.

VI

Mientras Dantes madura bajo las instrucciones del viejo sacerdote, el anciano se encuentra a si mismo viviendo cada vez más en la conciencia de Dantes. Finalmente, él imparte su última parte de sabiduría a Dantes haciéndole competente para manejar puestos de confianza. Luego, él le cuenta acerca de un tesoro inagotable enterrado en la Isla de Montecristo.

VII

En esta revelación, los muros de la catacumba que los separaba del océano sobre la cueva, aplastan al anciano y muere. Los guardias, al descubrir el accidente, ponen el cuerpo del anciano sacerdote en un saco y se preparan para arrojarlo al mar. Cuando salen para obtener una soga, Dantes, quita el cuerpo del sacerdote y se mete el mismo en el saco. Los guardias, sin darse cuenta de este cambio de cuerpos, y creyendo que era el anciano arrojaron a Dantes al agua.

Comentario

V

Esta revelación es tan maravillosa que cuando el hombre la oye por primera vez, quiere adquirirla toda de una vez; pero descubre que, después de innumerables años pasados en la creencia de ser hombre, ha olvidado tan completamente su verdadera identidad, que ahora es incapaz de absorber este recuerdo todo de una vez. También descubre que puede hacerlo sólo en la proporción en que deja ir todos los valores y opiniones humanos.

VI

A medida que el hombre abandona estos preciados valores humanos, él absorbe más y más de la luz (el viejo sacerdote) hasta que finalmente él se convierte en la luz y sabe que él mismo es el anciano. Yo Soy la luz del mundo.

VII

El flujo de sangre y agua en la muerte del anciano es comparable al flujo de sangre y agua del costado de Jesús cuando los soldados romanos lo hirieron, el fenómeno que siempre ocurre al nacer (aquí simboliza el nacimiento de una mayor conciencia).

Síntesis

VIII

Dantes se libera del saco, se dirige a la Isla de Montecristo y descubre el tesoro enterrado. Entonces, armado con esta fabulosa riqueza y esta sabiduría sobrehumana, descarta su identidad humana de Edmond Dantes y asume el título de Conde de Montecristo.

Comentario

VIII

El hombre descubre que su conciencia de ser, es el inagotable tesoro del universo. En ese día cuando el hombre hace este descubrimiento, muere como hombre y despierta como Dios. Sí, Edmond Dantes se convierte en el Conde de Montecristo. El hombre se convierte en Cristo.


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