“Yo soy el principio y el fin, y no hay nada que ha de existir que no haya sido y existe ya”. – Eclesiastés 3: 15
Blake vio todas las posibles situaciones humanas como estados “ya hechos”. Él vio cada aspecto, cada plan y drama elaborados, como “simples posibilidades” mientras no estemos en ellos, pero como abrumadoras realidades cuando estamos en ellos. Él describe estos estados como “Las Esculturas de los Pasillos de Los”.
Distingue, por tanto, entre los estados y los individuos en esos Estados. Los Estados cambian, pero las identidades individuales nunca cambian ni cesan… La Imaginación no es un Estado.
Dijo Blake: “Es la Existencia Humana misma. El Afecto o el Amor se convierten en un Estado cuando son divididos de la Imaginación”.
Qué tan importante es recordar esto, es casi imposible de decir, pero el momento en que el individuo se da cuenta de esto por primera vez, es el momento más trascendental de su vida, y ser alentado a sentir esto, es la forma de aliento más elevada que se puede dar.
Esta verdad es común para todos los hombres, pero la conciencia de ella – y aún más, la autoconsciencia de ella- es otro tema.
El día que me di cuenta de esta gran verdad – que todo en mi mundo es una manifestación de la actividad mental la cual sucede dentro de mí y que las condiciones y circunstancias de mi vida sólo reflejan el estado de conciencia con el que estoy fusionado – es el más trascendental de mi vida. Pero la experiencia que me llevó a esta certeza es tan alejada de la existencia común, que por mucho tiempo he dudado en contarla, porque mi razón se negaba a admitir las conclusiones a las que la experiencia me llevó. Sin embargo, esta experiencia me reveló que yo soy supremo dentro del círculo de mi propio estado de conciencia y que el estado con el que estoy identificado es lo que determina lo que experimento. Por lo tanto, debe ser compartida con todos, porque saber esto es ser liberado de la tiranía más grande del mundo, la creencia en una segunda causa.
“Bienaventurados los de limpio corazón, pues ellos verán a Dios”. – Mateo 5: 8
Bienaventurados son aquellos cuya imaginación ha sido tan purgada de las creencias en segundas causas, que saben que la imaginación es todo y todo es la imaginación.
Un día silenciosamente me deslicé desde mi departamento en Nueva York a un remoto campo de antaño. Mientras entraba en el comedor de una gran posada, me volví completamente consciente. Sabía que mi cuerpo físico estaba inmovilizado en mi cama en Nueva York. Aun así, yo estaba aquí tan despierto y tan consciente como nunca antes. Intuitivamente sabía que, si podía detener la actividad de mi mente, todo lo que estaba delante de mí, se congelaría. Tan pronto como tuve ese pensamiento sentí que me poseía las ganas de intentarlo. Sentí mi cabeza se tensaba y luego se espesaba a una quietud. Mi atención se concentró en un enfoque claro como el cristal, y la mesera que caminaba, ya no caminó. Y miré por la ventana y las hojas que caían, dejaron de caer. Y la familia de cuatro que estaban comiendo, ya no comían. Y ellos que levantaban la comida, ya no la levantaban. Luego mi atención se relajó, el espesor se aflojó, y de repente todo siguió su curso. Las hojas cayeron, la mesera caminó y la familia comió. Luego entendí la visión de Blake de “las Esculturas de los Pasillos de Los”.
“Yo los envié a ustedes a segar lo que no han trabajado”. – Juan 4:38
La Creación está terminada
“Yo soy el principio y el fin, y no hay nada que ha de existir que no haya sido, y existe ya”. – Eclesiastés 3: 15
El mundo de la creación está terminado y su original está dentro de nosotros. Lo vimos antes de expresarlo, y desde entonces hemos estado tratando de recordarlo y activar secciones de el. Hay infinitas vistas de el. Nuestra tarea es encontrar la vista correcta y mediante una determinada dirección de nuestra atención, hacerlo pasar en secuencia ante nuestro ojo interno. Si ensamblamos la secuencia correcta y la experimentamos en la imaginación hasta que tenga el tono de realidad, entonces conscientemente creamos las circunstancias. Esta secuencia interna es la actividad de la imaginación que debe ser dirigida conscientemente. Nosotros, por una serie de transformaciones mentales, nos hacemos conscientes de proporciones cada vez mayores de aquello que ya existe y al igualar nuestra actividad mental a esa parte de la creación que deseamos experimentar, la activamos, la resucitamos, y le damos vida.
Esta experiencia mía, no sólo muestra el mundo como una manifestación de la actividad mental del observador individual, sino además revela nuestro curso de tiempo como saltos de la atención entre momentos eternos. Un abismo infinito separa cualquiera de nuestros dos momentos. Nosotros, por el movimiento de nuestra atención, le damos vida a “Las Esculturas de los Pasillos de Los”.
Piensa en el mundo como conteniendo un número infinito de estados de conciencia desde los cuales se puede observar. Piensa en estos estados como habitaciones o mansiones en la Casa de Dios, y como las habitaciones de cualquier casa, están fijas en relación una con otra. Pero piensa en ti mismo, el Verdadero Ser, el Tú Imaginativo, como el ocupante vivo y en movimiento de la Casa de Dios. Cada habitación contiene algunas de las Esculturas de Los, con infinitos tramas y dramas y situaciones ya resueltas, pero no activadas. Ellos son activados tan pronto como la Imaginación Humana entra y se fusiona con ellos. Cada uno representa cierta actividad mental y emocional. Para entrar en un estado, el hombre debe dar consentimiento a las ideas y sentimientos que lo representan. Estos estados representan un número infinito de posibles transformaciones mentales que el hombre puede experimentar. Para moverse hacia otro estado o mansión, se requiere un cambio de creencias. Todo lo que podrías desear ya está presente, y sólo espera ser igualado por tus creencias. Pero debe ser igualado, porque esa es la condición necesaria por la cual solamente pueden ser activados y materializados. Igualar las creencias de un estado es el buscar que encuentra, el golpear al cual se le abre, el pedir que recibe. Entra y posee la tierra.
En el momento en que el hombre iguala las creencias de cualquier estado, se fusiona con el, y de esta unión resulta la activación y proyección de sus tramas, planes, dramas y situaciones. Se convierte en el hogar del individuo desde el cual él observa el mundo. Es su taller, y si es observador, verá la realidad externa moldeándose a sí misma bajo el modelo de su imaginación.
Es por este propósito de entrenarnos en hacer-imágenes, que fuimos hechos sujetos a las limitaciones de los sentidos y vestidos en cuerpos de carne. Es el despertar de la imaginación, el retorno de Su Hijo, que nuestro Padre espera.
“La creación fue sujeta a la vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa de aquel que la sujetó”. – Romanos 8: 20
Pero la victoria del Hijo, el retorno del pródigo, nos asegura que
“La creación será liberada de la esclavitud de la corrupción, a la libertad de la gloria de los hijos de Dios”. -Romanos 8: 21
Fuimos sometidos a esta experiencia biológica porque nadie puede saber de la imaginación si no es sometido a las vanidades y limitaciones de la carne, quien no ha tomado su parte de la filiación y se ha ido pródigo, quien no ha experimentado y probado esta copa de experiencia; y la confusión continuará hasta que el hombre despierte y una visión de la vida fundamentalmente imaginativa haya sido restablecida y reconocida como básica.
“A mi se me concedió esta gracia: anunciar las infinitas riquezas de Cristo y de aclarar a todos cuál es la dispensación del misterio que por los siglos ha estado oculto en Dios, creador de todas las cosas”. – Efesios 3: 8-9
Ten en cuenta que Cristo en ti es tu imaginación.
Así como la apariencia de nuestro mundo es determinada por el estado particular con el que estamos fusionados, también podemos determinar nuestro destino como individuos al fusionar nuestra imaginación con los ideales que deseamos realizar. En la distinción entre nuestros estados de consciencia, depende la distinción entre las circunstancias y condiciones de nuestras vidas. El hombre, que es libre para elegir su estado, a menudo clama ser salvado del estado de su elección.
“Ese día clamarán por causa de su rey a quien escogieron para ustedes, pero el Señor no les responderá en ese día. No obstante, el pueblo rehusó oír la voz de Samuel, y dijeron: No, pero tendremos un rey sobre nosotros”. – 1 Samuel 8: 18,19
Elige sabiamente el estado al que servirás. Todos los estados están sin vida hasta que la imaginación se fusiona con ellos.
“Todas las cosas se hacen visibles cuando son expuestas por la luz, pues la luz es lo que hace todo visible”. -Efesios 5: 13
Y,
“Ustedes son la luz del mundo”. – Mateo 5: 14
por la cual aquellas ideas que les has dado consentimiento se materializan.
Aférrate a tu ideal. Nada puede quitártelo sino tu imaginación. No pienses en tu ideal, piensa desde el. Sólo los ideales desde los cuales piensas, son los que alguna vez se realizan.
“No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. – Mateo 4: 4
y “la boca de Dios” es la mente del hombre.
Conviértete en un bebedor y comedor de los ideales que deseas realizar. Ten un objetivo fijo y definido o tu mente divagará, y divagando comerá cada sugerencia negativa.
Si vives bien mentalmente, todo lo demás estará bien. Mediante un cambio de dieta mental, tú puedes alterar el curso de los eventos observados. Pero a menos que haya un cambio en la dieta mental, tu historia personal permanecerá igual. Tú iluminas u obscureces tu vida por las ideas a las que les das consentimiento. Nada es más importante para ti que las ideas de las cuales te alimentas. Y te alimentas de las ideas de las cuales piensas. Si ves que el mundo no cambia, es una señal segura de que estas fallando a la fidelidad de la nueva dieta mental, la cual ignoras para poder condenar a tu entorno. Necesitas una actitud nueva y sostenida. Puedes ser cualquier cosa que deseas si haces que la concepción sea habitual, ya que cualquier idea que excluya a todas las demás del campo de la atención, las ejecuta en acción. Las ideas y los estados de ánimo a los que constantemente regresas definen el estado con el que estas fusionado. Por lo tanto, entrénate a ti mismo para ocupar más frecuentemente el sentimiento del deseo cumplido. Esto es magia creativa. Es la manera en que se trabaja hacia la fusión con el estado deseado.
Si tú asumieras el sentimiento del deseo cumplido más frecuentemente, serías el amo de tu destino, pero desafortunadamente tú dejas fuera tu asunción la mayor parte del tiempo. Practica haciendo real para ti mismo el sentimiento del deseo cumplido. Después de haber asumido el sentimiento del deseo cumplido, no cierres la experiencia como cerrarías un libro, sino llévala contigo como un fragante olor. En lugar de ser completamente olvidado, deja que permanezca en la atmósfera comunicando su influencia automáticamente a tus acciones y reacciones. Un estado de ánimo, repetido con frecuencia, gana un impulso que es difícil de romper o controlar. Así que ten cuidado con los sentimientos que mantienes. Los estados de ánimo habituales, revelan el estado con el que estás fusionado.
Siempre es posible pasar de pensar en el final que deseas realizar, a pensar desde el final.
El punto crucial es pensar desde el final, porque pensar desde, significa unificación o fusión con la idea: mientras que pensar en el final, siempre hay un sujeto y un objeto – el individuo que piensa y la cosa pensada. Debes imaginarte a ti mismo en el estado del deseo cumplido, en tu amor por ese estado, y al hacerlo, vives y piensas desde el y ya no más en el. Tú pasas de pensar en, a pensar desde, al centrar tu imaginación en el sentimiento del deseo cumplido.