Está Dentro de Ti

“Ríos, Montañas, Ciudades, Villas, Todos son Humanos, y cuando entras en sus Vientres, caminas En Cielos y Tierras, así como en tu Propio Vientre tú llevas tu Cielo Y Tierra y todo lo que observas; aunque aparenta Estar Afuera, está Dentro, En Tu Imaginación, de la cual este Mundo De Mortalidad, es nada más que una Sombra”. – Blake, Jerusalem

El mundo interno era tan real para Blake, como la tierra externa de la vida de vigilia. El veía a sus sueños y visiones como las realidades de las formas de la naturaleza. Blake reducía todo al fundamento de su propia consciencia.

“El Reino de Los Cielos está dentro de ustedes”. – Lucas 17: 21

El verdadero Hombre, el Hombre Imaginativo, ha invertido el mundo externo con todas sus propiedades. La aparente realidad del mundo externo que es tan difícil disolver, es solamente la prueba de la realidad absoluta del mundo interno de su propia imaginación.

“Nadie puede venir a mí si no lo trae el Padre que me envió… Mi Padre y yo somos uno” – Juan 6: 44; 10: 30

El mundo que es descrito por observación es una manifestación de la actividad mental del observador.  Cuando el hombre descubre que su mundo es su propia actividad mental hecha visible, que ningún hombre puede venir a él a menos que él lo traiga, y que no hay nadie a quien cambiar excepto a él mismo, su primer impulso es remodelar el mundo en la imagen de su ideal. Pero su ideal no se encarna fácilmente. En ese momento cuando él deja de ajustarse a la disciplina externa, él debe imponerse a sí mismo una disciplina mucho más rigurosa, la autodisciplina de la cual depende la realización de su ideal.

La imaginación no es completamente ilimitada y libre para moverse a voluntad sin ninguna regla que la contenga. De hecho, la verdad es lo contrario. La imaginación viaja de acuerdo al hábito. La imaginación tiene elección, pero elige de acuerdo al hábito. Despierto o dormido, la imaginación del hombre está restringida a seguir ciertos patrones definidos. El hombre debe cambiar esta paralizadora influencia del hábito; si no lo cambia, sus sueños se desvanecerán bajo la parálisis de la costumbre.

La Imaginación, que es Cristo en el hombre, no está sujeta a la necesidad de producir solo aquello que es perfecto y bueno. Ejercita su absoluta libertad de la necesidad, al otorgar al ser físico externo el libre albedrío de elegir entre seguir el bien o el mal, el orden o el desorden.  “Escojan hoy a quién han de servir” – Josué 24: 15

Pero después que la decisión ha sido hecha y aceptada forma la conciencia habitual del individuo, entonces la imaginación manifiesta su infinito poder y sabiduría al moldear el sensorial mundo externo de las apariencias, en la imagen del habla interna habitual y las acciones del individuo.

Para realizar su ideal, el hombre primero debe cambiar el patrón que su imaginación ha estado siguiendo.

El pensamiento habitual es el indicativo del carácter. La manera de cambiar el mundo externo es hacer que la acción y conversación interna se igualen con la conversación externa y las acciones del deseo cumplido.

Nuestros ideales están esperando a ser encarnados, pero a menos que nosotros mismos igualemos nuestras acciones y conversaciones internas a las acciones y conversaciones del deseo cumplido, serán incapaces de nacer. La conversación interna y la acción son los canales de acción de Dios. Él no puede responder a nuestras plegarias a menos que estos caminos sean ofrecidos.  El comportamiento externo del hombre es mecánico. Está sujeto a la compulsión aplicada a él por el comportamiento del ser interno, y los viejos hábitos del ser interno se mantendrán hasta que sean reemplazados por nuevos hábitos. Es una propiedad particular del segundo hombre u hombre interno, que él le da al ser externo algo similar a su propia realidad del ser. Cualquier cambio en el comportamiento del ser interno resultará en sus correspondientes cambios externos.

El místico llama a un cambio de conciencia “muerte”. Por muerte, se refiere no a la destrucción de la imaginación y el estado con el que estaba fusionada, sino a la disolución de su unión. Fusión es unión más que unidad. Por tanto, las condiciones a las que esa unión dio vida desaparecen. “Yo muero diariamente”, dijo Pablo a los Corintios. Blake dijo a su amigo Crabbe Robinson:

“No hay nada como la muerte. La muerte es lo mejor que puede pasar en la vida; pero la mayoría de la gente muere tan tarde y toman un tiempo despiadado en morir. Dios sabe, sus vecinos nunca los ven resucitar de entre los muertos”.

Para el hombre externo de los sentidos, que no sabe nada del hombre interno del Ser, esto es un simple disparate. Pero Blake lo dejó bien en claro cuando escribió esto un año antes de morir:

“William Blake – uno que disfruta muchísimo de estar en buena compañía. Nació el 28 de noviembre de 1757 en Londres y ha muerto varias veces desde entonces”.

Cuando el hombre tiene el sentido de Cristo como su imaginación, él ve por qué Cristo debe morir y resucitar nuevamente de entre los muertos para salvar al hombre – por qué él debe separar su imaginación de su estado presente y unirla a un concepto más alto de sí mismo si quiere elevarse más allá de sus presentes limitaciones y por lo tanto salvarse a sí mismo.  

Aquí tienen una historia encantadora de una muerte mística que fue atestiguada por un “vecino”.  “La semana pasada”, escribe la que “resucitó de entre los muertos”, “una amiga me ofreció su casa en las montañas para las fiestas de Navidad ya que ella pensaba irse al Este. Me dijo que me confirmaría esta semana. Tuvimos una agradable conversación y le mencioné sobre usted y sus enseñanzas en conexión con una discusión sobre el “Experimento con el Tiempo” de Dunne, sobre el cual ella estaba leyendo.”

“Su carta llegó el lunes. Al recogerla, tuve una repentina sensación de depresión. No obstante, cuando la leí, ella decía que podría tener la casa y me dijo dónde encontrar las llaves. En lugar de sentirme contenta, me sentí más deprimida, tanto que pensé que debía haber algo entre líneas que estaba percibiendo intuitivamente. Saqué la carta del sobre, y leí la primera hoja completa y al pasar a la segunda hoja, noté que ella había escrito una nota detrás de la primera hoja.  Consistía en una descripción extremadamente directa y severa de una característica de mi personalidad no muy agradable, con la cual he luchado durante años por superarla, y en los últimos dos años yo pensé que ya la había superado. Pero aquí estaba otra vez, descrita con exactitud clínica.

“Estaba asombrada y desolada. Me dije a mi misma, ‘¿Qué me está queriendo decir esta carta? Primero, me invita a usar su casa, ya que me he estado viendo a mí misma en una hermosa casa durante las fiestas. Segundo, nada viene a mí a menos que yo lo traiga. Y tercero, he estado escuchando solamente buenas noticias. Entonces la conclusión obvia es que algo en mi corresponde a esta carta y no importa lo que parezca, son buenas noticias”’

Releí la carta y cuando lo hice, me pregunté ‘¿Qué hay aquí que yo deba ver?’ Y luego lo vi. Comenzaba así: ‘Después de nuestra conversación de la semana pasada, siento que puedo decirte que…’ y el resto de la página estaba salpicada con ‘era’ y ‘estaba’ como pasas en un pastel de semillas. Un gran sentimiento de euforia me invadió. Estaba todo en el pasado. Lo que había trabajado tanto por corregir, ya estaba hecho. De repente me di cuenta que mi amiga era un testigo de mi resurrección. Di vueltas alrededor del estudio, cantando ‘¡Esta todo en el pasado! Está hecho. Gracias, ¡está hecho!’ Puse toda mi gratitud en una gran bola de luz y la disparé derecho hacia usted y si vio el flash de un relámpago el lunes por la noche poco después de las seis de su horario, era esto.”  

“Ahora, en vez de escribir una educada carta porque es lo correcto que se debe hacer, puedo escribirle un sincero agradecimiento por haber sido franca y agradecerle por prestarme la casa.  Muchas gracias por sus enseñanzas, que han hecho de mi amada imaginación mi verdadero Salvador.”

Y ahora, si cualquier hombre le dice a ella “Mira, aquí está Cristo o está allí”, ella no le creerá, porque ella sabe que el Reino de los Cielos está dentro de ella y que ella misma debe asumir completa responsabilidad por la encarnación de su ideal y que nada más que la muerte y la resurrección la llevarán hacia su ideal. Ella ha encontrado su Salvador, su amada Imaginación, por siempre expandiéndose en el seno de Dios.

Hay sólo una realidad, y esa es Cristo – la Imaginación Humana, la herencia y logro final de toda la Humanidad.  

“Para que nosotros… hablando la verdad en amor, crezcamos en todos los aspectos en aquel que es la cabeza, es decir, Cristo”. – Efesios 4: 14-15.

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