Visionaria Fantasía

“La naturaleza de la visionaria fantasía o imaginación, es muy poco conocida y la naturaleza externa y la permanencia de sus imágenes siempre existentes, es considerada menos permanente que las cosas de naturaleza vegetativa y generativa; sin embargo, el roble muere al igual que la lechuga, pero su imagen eterna y su individualidad nunca mueren, sino que se renuevan por su semilla; sólo así la imaginativa imagen regresa por la semilla del Pensamiento Contemplativo. ” [Blake]

Las imágenes de nuestra imaginación son las realidades de las cuales cualquier manifestación física es sólo la sombra. Si somos fieles a la visión, la imagen creará por sí misma, la única manifestación física de sí misma que tiene derecho a realizar. Nosotros hablamos de la ‘realidad’ de una cosa cuando nos referimos a su sustancia material. Eso es exactamente lo que un imaginador quiere decir con su ‘irrealidad’ o sombra.

Imaginar es sensación espiritual. Entra en el sentimiento de tu deseo cumplido. Mediante la sensación espiritual – a través del uso de tu imaginaria vista, sonido, olor, gusto y tacto – le darás a tu imagen la viveza sensorial necesaria para producir esa imagen en tu mundo externo o mundo de sombra.  

Aquí está la historia de alguien que fue fiel a su visión. F.B siendo un verdadero imaginador, recordó lo que había oído en su imaginación. Y escribe así:

“Un amigo que conoce mi apasionada afición por la ópera intentó conseguir la grabación completa de Kirsten Flagstad de Tristán e Isolda para mí en Navidad. En más de una docena de tienda de discos se le dijo lo mismo, ‘RCA Victor no está reeditando esta grabación y no ha habido copias disponibles desde junio. El 27 de diciembre decidí poner de nuevo a prueba tu principio al obtener el álbum que deseaba tan intensamente. Recostado en mi sala de estar, mentalmente entré en una tienda de discos que patrocinaba y le pregunté al vendedor cuya cara y voz puedo recordar, ‘¿Tiene usted la grabación completa Isolda de Flagstad? Él respondió: ‘Sí, la tengo’. Eso terminó la escena y la repetí hasta que fue ‘real’ para mí.

Esa misma tarde, fui a esa tienda de discos para representar físicamente la escena. Ningún detalle provisto por los sentidos me había animado a creer que podía salir de aquella tienda con esos discos. El pasado mes de septiembre el mismo vendedor, en la misma tienda, me había contado la misma historia que le habían dicho allí a mi amigo antes de Navidad.

            Al acercarme al vendedor que había visto en la imaginación esa mañana, dije: ¿Tiene la grabación completa de Isolda de Flagstad? Él respondió: ‘No, no la tenemos’. Sin decir nada audible para él, dije interiormente, ¡eso no es lo que te oí decir!

Al darme vuelta para salir de la tienda, noté en un estante superior lo que me pareció que era un anuncio de esta serie de grabaciones y le comenté al vendedor, ‘Si no tiene la mercancía usted no debería publicitarla”. Eso es correcto”, respondió, y cuando se acercó para sacarlo, descubrió que era un álbum completo, ¡con los cinco discos! La escena no fue reproducida exactamente como la había construido, pero el resultado confirmó lo que implicaba mi escena imaginaria. ¿Cómo puedo agradecerte? “… F.B.

Después de leer la carta de F.B., debemos estar de acuerdo con Anthony Eden que “Una asunción, aunque falsa, si persiste se materializará en un hecho”. La fantasía de F.B. fusionándose con el campo-sensorial de la tienda de discos, enriqueció los aspectos y los hizo “suyos” – lo que percibió. Nuestro futuro es nuestra imaginación en su marcha creativa. F.B. usó su imaginación para un propósito consciente  representando la vida como él deseaba y así afectando la vida, en lugar de simplemente reflejarla. Tan seguro estaba de que su drama imaginario era la realidad – y el acto físico sólo una sombra – que cuando el vendedor dijo: “No, no lo tenemos” F.B. mentalmente dijo “¡Eso no es lo que te oí decir! ” Él no sólo recordó lo que había oído, sino que todavía continuaba recordándolo. Imaginar el deseo cumplido, es la búsqueda que encuentra, la petición que recibe, la llamada a la cual se le abre. Él vio y oyó lo que deseaba ver y oír; y no aceptaría “No, no lo tenemos” por respuesta. 

El imaginador sueña despierto. Él no es el sirviente de su visión, sino el maestro de la dirección de su atención. La constancia imaginativa controla la percepción de los acontecimientos en el espacio-tiempo. Desafortunadamente, la mayoría de los hombres son. . . “Siempre cambiante, como un ojo sin alegría que no encuentra objeto digno de su constancia …”

La Sra. G.R., también había escuchado imaginativamente lo que quería escuchar físicamente y sabía que el mundo externo debía confirmarlo. Esta es su historia:

“Hace algún tiempo pusimos nuestra casa en venta, lo cual era necesario para comprar una propiedad más grande en la que habíamos colocado un depósito. Varias personas hubieran comprado nuestra casa inmediatamente, pero nos vimos obligados a explicar que no podíamos cerrar ningún trato, hasta saber si nuestra oferta por la propiedad que queríamos había sido aceptada o no. 

En este momento, un corredor de propiedades llamó y literalmente nos rogó que le permitiéramos mostrar nuestra casa a un cliente suyo que estaba ansioso por esta ubicación y estaría dispuesto a pagar incluso más de lo que pedíamos. Le explicamos nuestra situación al corredor y a su cliente; ambos señalaron que no les importaba esperar a que se completara nuestro trato. El agente nos pidió que firmáramos un documento que, según él, no nos ataba de ninguna manera, sino que le daría la primera opción en la venta, si nuestro otro trato se concretaba. Firmamos el papel y más tarde supimos que, en la ley de bienes raíces de California, nada podría habernos atado más. Unos días más tarde, nuestro trato para la nueva propiedad fracasó, así que notificamos a este corredor y su respuesta verbal fue: ‘Bueno, sólo  olvídalo’. Dos semanas después él presentó una demanda contra nosotros por una comisión de mil quinientos dólares. Se fijó la fecha del proceso y pedimos un juicio por jurado. 

Nuestro abogado nos aseguró que haría todo lo que pudiera, pero que la ley sobre este punto en particular era tan estricta, que no podía ver ninguna posibilidad de que ganáramos el caso. Cuando llegó el momento del juicio, mi esposo estaba en el hospital y no pudo comparecer conmigo en nuestra defensa. Yo no tenía testigos; pero el agente trajo a la corte tres abogados y una serie de testigos contra nosotros. Nuestro abogado me dijo que ahora no teníamos ni la menor posibilidad de ganar.

Volví a mi imaginación, y esto es lo que hice. Sin tener en cuenta nada de lo que había sido dicho por los abogados, los testigos y el juez que parecía favorecer al demandante, pensé sólo en las palabras que quería escuchar. En mi imaginación escuché atentamente y oí al presidente del jurado decir: ‘Encontramos al acusado, no culpable. Escuché hasta que supe que era verdad. Cerré el oído de mi mente a todo lo que se decía en esa sala y sólo escuché esas palabras: ‘¡Encontramos al acusado, no culpable!’ El jurado deliberó desde el receso del mediodía hasta las cuatro y media de la tarde, y durante todas esas horas me senté en la sala de la corte y escuché esas palabras una y otra vez en mi imaginación. Cuando los jurados regresaron, el juez le pidió al presidente del jurado que se levantara y diera su veredicto. El presidente se levantó y dijo: ‘Encontramos al acusado, No culpable’. “… Sra. G.R.

“Si hubiera sueños para vender ¿Que comprarías tú?” ¿No comprarías tu deseo cumplido? Tus sueños son sin precio y sin dinero. Al encerrar al jurado en su imaginación, escuchando sólo lo que ella quería escuchar, ella llamó al jurado a unanimidad en su favor. La imaginación siendo la realidad de todo lo que existe, con ella la señora alcanzó su deseo cumplido.  

La afirmación de Hebbel de que “el poeta crea desde la contemplación” es también verdad de los imaginadores. Ellos saben cómo utilizar su video-audio fantasías para crear la realidad.  Nada es tan fatal como la conformidad. No debemos permitirnos estar ceñidos por la anillada fijación de los hechos. Cambia la imagen, y así cambias el hecho.

R.O. empleaba el arte de ver y sentir para crear su visión en la imaginación:  

“Hace un año llevé a mis hijos a Europa dejando mi apartamento amueblado al cuidado de mi criada. Cuando regresamos unos meses más tarde a los Estados Unidos, encontré que mi criada y todos mis muebles habían desaparecido. El superintendente de apartamentos declaró que la criada había movido mis muebles ‘a pedido mío’.

No había nada que pudiera hacer en este momento, así que tomé a mis hijos y nos fuimos a un hotel. Yo, por supuesto, informé el incidente a la policía y también a detectives privados sobre el caso. Ambas organizaciones investigaron cada empresa de mudanzas y cada bodega en Nueva York, pero sin éxito. No parecía haber absolutamente ningún rastro de mis muebles, ni de mi criada.

Habiendo agotado todas las fuentes externas, recordé tu enseñanza y decidí que trataría usar mi imaginación en este asunto. Así que, mientras estaba sentada en mi habitación del hotel, cerré los ojos y me imaginé en mi propio apartamento sentada en mi silla favorita y rodeada de todos mis muebles personales. Miré al otro lado de la sala, hacia el piano, donde tenía fotos de mis hijos. Continué mirando mi piano hasta que toda la sala se volvió vívidamente real para mí. Podía ver las fotos de mis hijos y realmente sentir el tapizado de la silla en la cual, en mi imaginación, yo estaba sentada.

Al día siguiente, cuando salí de mi banco, me di la vuelta para caminar en dirección a mi apartamento vacío en lugar de ir hacia mi hotel. Cuando llegué a la esquina me di cuenta de mi ‘error’ y estaba a punto de volver atrás cuando mi atención fue atraída hacia un par de tobillos muy familiares. Sí, eran los tobillos de mi criada. Me acerqué a ella y la tomé del brazo. Ella estaba bastante asustada, pero le aseguré que todo lo que quería de ella, eran mis muebles. Llamé a un taxi y me llevó al lugar donde sus amigos tenían guardados mis muebles. En un día, mi imaginación había encontrado lo que toda una fuerza policial de la gran cuidad y los investigadores privados no pudieron encontrar en semanas “. … R.O.

Esta señora conocía el secreto de la imaginación antes de llamar a la policía, pero la imaginación – a pesar de su importancia- fue olvidada debido a que la atención se fijó sobre los hechos. Sin embargo, lo qué la razón no pudo encontrar por la fuerza, la imaginación lo encontró sin esfuerzo. Nada simplemente continúa – incluido el sentido de pérdida – sin su apoyo imaginal.  Al imaginar que estaba sentada en su propia silla, en su propia sala de estar, rodeada por todos sus muebles, ella retiró el apoyo imaginal que había dado a su sentido de pérdida; y por este cambio imaginal ella recuperó sus muebles perdidos y reestableció su hogar. Tu imaginación es más creativa cuando imaginas las cosas como deseas que sean, construyendo una nueva experiencia a partir de un sueño de fantasía.

Para construir tal sueño de fantasía en su imaginación, F.G. utilizó todos sus sentidos – vista, sonido, tacto, olfato – incluso sabor.  Esta es su historia:

“Desde niño he soñado con visitar lugares lejanos. Las Indias Occidentales, particularmente, encendían mi fantasía y yo me deleitaba en el sentimiento de realmente estar allí. Los sueños son maravillosamente baratos y de adulto seguí soñando mis sueños, porque no tenía dinero ni tiempo para hacerlos realidad.

El año pasado me llevaron al hospital por necesidad de una cirugía. Había escuchado tu enseñanza y, mientras me recuperaba, decidí intensificar mi sueño favorito, mientras tenía tiempo disponible. De hecho, escribí a la línea de Barcos ‘Alcoa’ solicitando carpetas de viaje gratuitas y las examiné detenidamente, hora tras hora, eligiendo el barco y el camarote y los siete puertos que más deseaba ver. Cerraba los ojos y, en mi imaginación, subía por la pasarela del barco y sentía el movimiento del agua mientras el gran buque se abría paso al océano.  Escuché el ruido de las olas rompiendo contra los costados del barco, sentí el calor humeante de un sol tropical en mi rostro y olía y probé la sal en el aire mientras todos navegábamos por las aguas azules. Durante una semana completa, confinado en una cama de hospital, viví la feliz y gratuita experiencia de realmente estar en ese barco. Entonces, el día antes de mi alta del hospital, guardé las coloridas carpetas y las olvidé. Dos meses después recibí un telegrama de una agencia de publicidad diciéndome que había ganado un concurso. Recordé haber depositado un cupón de concurso unos meses antes en un supermercado cercano, pero había olvidado por completo el acto. Yo había ganado el primer premio y – maravilla de maravillas – me dio derecho a un crucero por el Caribe patrocinado por la línea de barcos ‘Alcoa’. Pero la maravilla no termina ahí.  Me fue asignado el mismo camarote en el que yo había vivido imaginativamente mientras estaba confinado en una cama de hospital. Y para hacer una historia increíble aún más increíble, navegué en el barco que había elegido, el cual no se detuvo en uno, sino en los siete puertos que yo había deseado visitar “. . . F.G.

“Viajar es un privilegio, no de los ricos sino de los imaginativos”.


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