Quién es tu Imaginación

“No descanso de mi gran tarea, Abrir los Mundos Eternos, abrir los ojos inmortales del Hombre hacia los Mundos del Pensamiento: hacia la eternidad, siempre expandiéndose en el seno de Dios, la Imaginación Humana” [Blake, Jerusalén 5: 18-20]

Ciertas palabras al usarlas por largo tiempo, acumulan tantas connotaciones extrañas que casi dejan de tener algún significado. Tal palabra es Imaginación. Esta palabra está hecha para servir todo tipo de ideas, algunas de ellas directamente opuestas entre sí. Fantasía, pensamiento, alucinación, sospecha: ciertamente su uso es tan amplio y sus significados son tan variados, que la palabra imaginación no tiene una posición ni un significado fijo. Por ejemplo, le pedimos a un hombre que “use su imaginación”, lo que significa que su perspectiva actual es muy restringida y por lo tanto no se iguala a su tarea. En el próximo respiro, le decimos que sus ideas son “pura imaginación”, implicando así que sus ideas son irracionales. Nos referimos a una persona celosa o desconfiada como “víctima de su propia imaginación”, queriendo decir que sus pensamientos son irreales. Un minuto más tarde, le rendimos un alto atributo a un hombre describiéndolo como “un hombre de gran imaginación”. Por lo tanto, la palabra Imaginación no tiene un significado definitivo. Ni siquiera el diccionario nos brinda ayuda. Define Imaginación como (1) El poder para representar o acto de la mente, el principio constructivo o creativo; (2) un fantasma; (3) una noción o creencia irracional; (4) planear, conspirar, o confabular involucrando una construcción mental.

Yo identifico a la figura central de los Evangelios con la imaginación humana, el poder que hace inevitable el perdón de los pecados y el logro de nuestras metas.

“Todas las cosas fueron hechas por Él, y sin Él nada de lo que ha sido fue hecho”. – Juan 1: 3

Hay una sola cosa en el mundo. La Imaginación, y todas nuestras distorsiones de ella.

“Fue despreciado y desechado de los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto”. -Isaías 53: 3

La imaginación es la puerta de la realidad. Blake dijo: “El hombre es bien el arco de Dios, o el fantasma de la tierra y del agua”. “Naturalmente él es sólo un órgano natural sujeto al Sentido”. “El Cuerpo Eterno del Hombre es La Imaginación: eso es Dios mismo, el Cuerpo Divino,Yod, Shin, Ayin: Jesús: nosotros somos sus Miembros”.

No conozco una definición de Imaginación más grandiosa y verdadera que la de Blake. Por la Imaginación tenemos el poder de ser cualquier cosa que deseamos ser. A través de la imaginación, desarmamos y transformamos la violencia del mundo. Nuestras relaciones más íntimas, así como también las más casuales se convierten en imaginativas, a medida que despertamos del “misterio escondido por los siglos”, que Cristo en nosotros es nuestra Imaginación. Entonces nos damos cuenta que sólo cuando vivimos por la imaginación podemos decir que verdaderamente estamos viviendo.

Quiero que este libro sea el trabajo más simple, claro, franco que yo pueda hacer, para que pueda alentarte a que funciones imaginativamente, para que puedas abrir tus “Ojos Inmortales hacia el interior, hacia los Mundos del Pensamiento”, donde tienes todos los deseos de tu corazón como grano maduro “blanco, listo para la cosecha”

“He venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. – Juan 10: 10

La vida abundante que Cristo nos prometió es nuestra para ser experimentada ahora, pero hasta que no sintamos a Cristo como nuestra imaginación, no podremos experimentarla.

“El misterio escondido por los siglos… Cristo en ti, la esperanza de gloria”. -Colosenses 1: 26-27

Es tu imaginación. Este es el misterio por el cual estoy siempre esforzándome por entender más profundamente e impulsando a otros a hacerlo.

La Imaginación es nuestra redentora, “El Señor de los Cielos” nacido del hombre, pero no engendrado por el hombre.

Cada hombre es María y debe darle nacimiento a Cristo. Si la historia de la inmaculada concepción y el nacimiento de Cristo parece irracional para el hombre, es tan sólo porque se ha malinterpretado como biografía, historia y cosmología, y los exploradores modernos de la imaginación no ayudan al llamarlo la mente inconsciente o subconsciente. El nacimiento y crecimiento de la imaginación es la transición gradual de un Dios de tradición a un Dios de experiencia. Si el nacimiento de Cristo en el hombre parece lento, es sólo porque el hombre no está dispuesto a abandonar el cómodo pero falso anclaje de la tradición.  

Cuando la imaginación es descubierta como el primer principio de la religión, la piedra del entendimiento literal habrá sentido la vara de Moisés y, como la roca de Sion, provee el agua del significado psicológico para saciar la sed de la humanidad; y todos aquellos que tomen la copa ofrecida y vivan una vida de acuerdo a esta verdad, transformarán el agua de significado psicológico, en el vino del perdón. Entonces, como el buen samaritano, ellos lo verterán en las heridas de todos.

El Hijo de Dios no será encontrado en la historia, ni en ninguna forma externa. Él solo puede ser encontrado en la imaginación de aquel en quien Su presencia se hace manifiesta.  

¡Oh si pudiera tu corazón ser un pesebre para su nacimiento! Dios volvería a ser un niño en la tierra.

El hombre es el jardín en el cual este hijo unigénito de Dios duerme. Él despierta a este Hijo elevando su imaginación hacia el Cielo y vistiendo al hombre en estatura divina. Debemos continuar imaginando aún más alto de lo mejor que conocemos.

El hombre en el momento en que despierta a la vida imaginativa debe enfrentarse a la prueba de la Filiación.

“Padre, revela tu Hijo en mí.”  – y – “Le complace a Dios revelar a Su Hijo en mi” – Gálatas 1: 15-16.

La prueba suprema de la Filiación es el perdón de los pecados. La prueba de que tu imaginación es Cristo Jesús, el Hijo de Dios, es tu habilidad de perdonar el pecado. Pecar significa fallar al blanco en nuestra propia vida, quedarse corto en nuestro ideal, fallar en lograr el objetivo de uno. El Perdón significa la identificación del hombre con su ideal u objetivo en la vida. Este es el trabajo de la imaginación despierta, el trabajo supremo, porque pone a prueba la habilidad del hombre de entrar y tomar parte de la naturaleza de su opuesto.

“Deja que el hombre débil diga, ‘Yo soy Fuerte’”. -Joel 3: 10

Razonablemente, esto es imposible. Sólo la Imaginación despierta puede entrar y tomar parte de la naturaleza de lo opuesto.

Este concepto de Cristo Jesús como imaginación humana, trae estas preguntas fundamentales: ¿Es la Imaginación un poder suficiente, no sólo para permitirme asumir que soy fuerte, sino también capaz de ejecutar la idea por sí mismo? Supongamos que yo deseo estar en otro lugar o situación. ¿Podría yo, al imaginarme a mí mismo en tal estado y lugar, traer su realización física? Supongamos que yo no puedo pagar el viaje y supongamos que mi actual estatus social y económico se opone a la idea que yo quiero realizar. ¿Sería la imaginación por sí misma, suficiente para encarnar estos deseos?  ¿La imaginación comprende la razón? Y por razón, me refiero a las deducciones de las observaciones de los sentidos. ¿La imaginación reconoce el mundo externo de los hechos?  En la forma práctica de la vida diaria, ¿es la imaginación una guía completa del comportamiento?  Supongamos que yo soy capaz de actuar con imaginación continua, es decir, supongamos que soy capaz de sostener el sentimiento de mi deseo cumplido, ¿mi asunción, se convertirá en hecho? Y si se convierte en hecho, reflexionando ¿debería yo encontrar que mis acciones, durante el período de incubación, han sido razonables? ¿Es mi imaginación un poder suficiente, no simplemente para asumir el sentimiento del deseo cumplido, sino también por sí misma es capaz de encarnar la idea?  Después de asumir que ya soy lo que deseo ser, ¿debo continuamente guiarme por ideas y acciones razonables para poder traer el cumplimiento de mi asunción?

La experiencia me ha convencido de que una asunción, aunque falsa, si se persiste en ella se solidificará en hecho, que la continua imaginación es suficiente para todas las cosas y todos mis planes y acciones razonables nunca compensarán mi falta de continua imaginación. 

¿No es verdad que las enseñanzas de los Evangelios pueden ser recibidas solamente en términos de fe y que el Hijo de Dios está constantemente buscando señales de fe en la gente – es decir, fe en su propia imaginación? La promesa:  “Cree que has recibido, y recibirás”- Marcos 11: 24 ¿acaso no es lo mismo que “imagina que ya eres, y lo serás”? ¿No era un estado imaginado en el que Moisés “se mantuvo firme, como si estuviese viendo al Invisible”? – Hebreos 11: 27

¿No fue por el poder de su propia imaginación que él se mantuvo firme?

La Verdad depende de la intensidad de la imaginación, no depende de hechos externos.  Los Hechos son el fruto dando testimonio del uso o mal uso de la imaginación. El hombre se convierte en lo que imagina. Él tiene una historia autodeterminada. La Imaginación es el camino, la verdad, la vida revelada. No podemos encontrar la verdad con la mente lógica. Donde el hombre natural de los sentidos ve un capullo, la imaginación ve una rosa totalmente florecida. La verdad no puede ser contenida por los hechos. A medida que despertamos a la vida imaginativa, descubrimos que imaginar una cosa es hacer que sea así, que un verdadero juicio no debe conformarse con la realidad externa a la que se relaciona.

El hombre imaginativo no niega la realidad del mundo externo de los sentidos, el mundo de las apariencias, pero él sabe que el mundo interno de la continua Imaginación, es la fuerza por la cual el mundo externo de los sentidos, de apariencias, se manifiesta. Él ve el mundo externo y todos sus acontecimientos como proyecciones del mundo interno de la Imaginación.  Para él, todo es una manifestación de la actividad mental que sucede en la imaginación del hombre, sin que el razonable hombre de los sentidos sea consciente de ello. Pero se da cuenta que cada hombre debe hacerse consciente de su actividad interna y ver la relación entre el mundo interno causal de la Imaginación y el mundo externo sensorial de efectos.

Es una cosa maravillosa descubrir que puedes imaginarte a ti mismo en el estado de tu deseo cumplido y escapar de la cárcel que construye la ignorancia.

El Hombre Real es una Magnifica Imaginación. Es este ser el que debe ser despertado.

“Despierta, tú que duermes, levántate de entre los muertos, y Cristo te alumbrará”. -Efesios 5: 14

En el momento en que el hombre descubre que su imaginación es Cristo, él realiza actos que en este nivel sólo pueden ser llamados milagrosos. Pero hasta que el hombre tenga el sentido de Cristo como su Imaginación

“Tú no me escogiste a mí, yo te he escogido”.  -Juan 15: 16

él verá todo en pura objetividad sin ninguna relación subjetiva. Sin darse cuenta que todo lo que él encuentra es parte de sí mismo, él se rebela contra la idea de que ha elegido las condiciones de su vida, que están relacionadas por afinidad a su propia actividad mental.  El hombre debe creer firmemente que la realidad está dentro de él y no fuera.

Aunque otros tengan cuerpos, una vida propia, su realidad está arraigada en ti, termina en ti, como la tuya termina en Dios.



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