La Naturaleza Dual de la Conciencia

Un claro concepto de la naturaleza dual de la conciencia del hombre debe ser la base de toda verdadera plegaria. La conciencia incluye una subconsciencia, así como una parte consciente. La parte infinitamente mayor de la conciencia yace bajo la esfera de la conciencia objetiva. El subconsciente es la parte más importante de la conciencia. Es la causa de la acción voluntaria. El subconsciente es lo que el hombre es. El consciente es lo que el hombre sabe. “Yo y mi Padre somos uno, pero mi Padre es más grande que yo”. El consciente y el subconsciente son Uno, pero el subconsciente es más grande que el consciente.

“Yo por mi mismo no puedo hacer nada, el Padre dentro de mí, Él hace el trabajo”. Yo, conciencia objetiva, por mí mismo no puedo hacer nada; el Padre, el subconsciente, Él hace el trabajo. El subconsciente es eso en lo cual todo es conocido, en lo cual todo es posible, en lo cual todo va, de lo cual todo viene, que pertenece a todos, al cual todos tienen acceso.

Aquello de lo que somos conscientes está construido de aquello de lo que no somos conscientes. Nuestras asunciones subconscientes, no solamente influencian nuestro comportamiento, sino que también conforman el patrón de nuestra existencia objetiva. Ellas solas tienen el poder de decir, “Hagamos al hombre –manifestación objetiva – a nuestra imagen y semejanza”.

Toda la creación está dormida dentro de la profundidad del hombre y es despertada a la existencia objetiva por sus asunciones subconscientes. Dentro de esa obscuridad que llamamos sueño hay una conciencia que no duerme y está siempre vigilante y mientras el cuerpo duerme, este ser que no duerme libera desde la casa del tesoro de la eternidad, las asunciones subconscientes del hombre. 

La plegaria es la llave que abre el almacén infinito. “Pruébame ahora por medio de esto, dijo el Señor de las huestes, si no te abriré las ventanas del Cielo y derramaré tanta bendición sobre ti que no habrá espacio suficiente para recibirla.” La plegaria modifica o cambia completamente nuestras asunciones subconscientes, y un cambio de asunción es un cambio de expresión.

La mente consciente razona inductivamente por observación, experiencia y educación. Por eso encuentra difícil creer lo que los cinco sentidos y la razón inductiva niegan. El subconsciente razona deductivamente y nunca se interesa por la verdad o falsedad de la premisa, sino que procede sobre la asunción de la exactitud de la premisa y materializa resultados que son consistentes con la premisa.

Esta distinción debe ser vista claramente por todos quienes quisieran dominar el arte de orar. No se puede obtener una verdadera comprensión de la ciencia de la plegaria hasta que sean entendidas las leyes que gobiernan la naturaleza dual de la conciencia y se den cuenta de la importancia del subconsciente.

La plegaria – el arte de creer lo que los sentidos niegan – trata casi completamente con el subconsciente. A través de la plegaria, el subconsciente es puesto en la aceptación del deseo cumplido y, razonando deductivamente, lógicamente lo despliega a su legítimo fin. “Mucho más grande es Él que está en ti, que el que está en el mundo”.

La mente subjetiva es la conciencia difusa que anima el mundo; es el espíritu que da vida. En toda sustancia hay una única alma –la mente subjetiva. A través de toda la creación corre esta inquebrantable mente subjetiva. Pensamiento y sentimiento fundidos en creencias, imprimen modificaciones en ella, la cargan con una misión, la cual fielmente ejecuta.

La mente consciente origina premisas. La mente subjetiva las desarrolla en sus términos lógicos. Si la mente subjetiva no fuera tan limitada en su iniciativo poder de razonamiento, el hombre objetivo no podría ser tomado como responsable de sus acciones en el mundo. El hombre transmite ideas al subconsciente a través de sus sentimientos. El subconsciente transmite ideas de mente a mente a través de telepatía. Tus convicciones no expresadas sobre otros, son transmitidas hacia ellos sin su conocimiento consciente o consentimiento, y si son subconscientemente aceptadas por ellos, influenciarán su comportamiento.  

Las únicas ideas que ellos subconscientemente rechazan, son tus ideas sobre ellos que no podrían desear que fueran verdad para nadie. Todo lo que puedan desear para los demás, puede ser creído por ellos y por la ley de la creencia que gobierna el razonamiento subjetivo, ellos están obligados a aceptarlo subjetivamente y, por tanto, a expresarlo objetivamente en correspondencia.

La mente subjetiva es completamente controlada por sugestión. Las ideas son sugeridas mejor cuando la mente objetiva es parcialmente subjetiva, esto es, cuando los sentidos objetivos son disminuidos o mantenidos en suspensión. Este estado parcialmente subjetivo puede ser mejor descrito como ensueño controlado, en cuyo curso la mente está pasiva, pero es capaz de funcionar con asimilación. Es una concentración de la atención. En tu mente no debe haber conflicto cuando estás orando. Vuélvete de lo que es, a lo que debe ser. Asume el ánimo del deseo cumplido y por la ley universal de la reversibilidad realizarás tu deseo.

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