Deseo


Los cambios que suceden en tu vida, como resultado del nuevo concepto que tienes de ti mismo, para la persona no-iluminada siempre aparentan ser, no el resultado de un cambio de conciencia, sino el resultado de la suerte, de alguna causa externa o solo coincidencia. Sin embargo, el único destino gobernando tu vida es el destino determinado por tus propios conceptos, tus propias asunciones, porque una asunción, aunque falsa, si se persiste en ella, se materializará en un hecho.   

El ideal que buscas y esperas obtener no se manifestará a sí mismo, no será realizado por ti, hasta que no imagines que ya eres ese ideal.

No hay escape para ti, excepto por una transformación psicológica radical de ti mismo; excepto por tu asunción del sentimiento del deseo cumplido.

Por lo tanto, haz de los resultados o logros, la prueba crucial de tu habilidad de usar tu imaginación.  Todo depende de tu actitud hacia ti mismo.

Aquello que no afirmes como verdadero de ti mismo, nunca podrá ser realizado por ti, porque esa sola actitud es la condición necesaria por la cual alcanzarás tu objetivo.

Toda transformación está basada en la sugestión y esto solo puede funcionar cuando te abres completamente a una influencia. Debes abandonarte a ti mismo a tu ideal, como una mujer se abandona a sí misma al amor, ya que el camino a la unión con tu ideal es el abandono completo del ser hacia tu ideal.

Debes asumir el sentimiento del deseo cumplido hasta que tu asunción tenga toda la vivacidad sensorial de la realidad. Debes imaginar que ya estás experimentando lo que deseas. Es decir, debes asumir el sentimiento del cumplimiento de tu deseo hasta que estés poseído por él y este sentimiento expulse de tu conciencia todas las otras ideas. 

Aquel que no está preparado para sumergirse conscientemente en la asunción del deseo cumplido, en la fe que es la única manera de realizar su sueño, no está aún preparado para vivir conscientemente por la ley de la asunción, aunque no hay duda de que él vive en la ley de asunción inconscientemente.

Pero para ti, que aceptas este principio y estás listo para vivir conscientemente asumiendo que tu deseo ya se ha cumplido, la aventura de la vida comienza.

Para llegar a un nivel más elevado del ser, tú debes asumir un concepto más elevado de ti mismo. Si no te imaginas a ti mismo como otro del que ya eres, entonces permaneces como ya eres, porque “El que no cree que Yo soy él, morirá en sus pecados” (Juan 8:24).

Si tú no crees que eres él (la persona que quieres ser), entonces permaneces como ya eres.

A través de la fiel y sistemática cultivación del sentimiento del deseo cumplido, el deseo se convierte en la promesa de su propio cumplimiento. 

La asunción del sentimiento del deseo cumplido hace del sueño futuro, un hecho presente.

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