Todo es Conciencia



Eres bendecido cuando tu comprensión mental ha sido ampliada con la eliminación de los árboles del pensamiento tradicional equivocado, porque sólo entonces sabrás que todo es conciencia y la conciencia es todo. Tú sabrás que cualquier causa secundaria es un tirano y si crees en un poder externo, estás luchando una batalla perdida.

Emerson dijo una vez: “El hombre se rodea con la verdadera imagen de sí mismo, ya que cada espíritu construye por sí mismo una casa más allá de su casa, un mundo más allá de su mundo.” 
Lo que eres, sólo eso puedes ver. Por lo tanto, construye un mundo como te gustaría que fuera – un mundo más allá del mundo ahora visible para ti. El mundo que deseas existe y se revelará en grandes proporciones cuando tú, todo espíritu, te rodees con la verdadera imagen de ti mismo como te gustaría ser.

Piensa en tu mundo como un lienzo con las imágenes pintadas allí por la disposición de tu mente. Tu YO SOY (conciencia) ya ha dispuesto tantos modelos para tu lienzo como gente hay caminando en la tierra.

Vuélvete hacia ti mismo y afirmando que tu deseo existe, siéntete moviéndote justo a su centro. Luego pinta el lienzo de tu conciencia. Todo está ahí a tu disposición. Su realidad depende de ti y de la intensidad de tu deseo. Siempre mira al Ser, porque tu conciencia es la única causa de los fenómenos de tu vida individual.

Tal vez has imaginado algo lo cual nunca se manifestó y sientes que has fallado, pero te digo que sólo hay una causa del fracaso y eso es, la ausencia del sentimiento de naturalidad. Toma tiempo que una asunción se convierta en un hecho, y un deseo es realizado proporcionalmente al grado de naturalidad del sentimiento de posesión. Si algo no se siente natural para ti, no es tu naturaleza. Pedir en mi nombre es pedir en mi naturaleza o carácter; por lo tanto, cuando pides, debes sentir que ya eres lo que estás buscando.

“Todas las cosas que desees, cuando ores, cree que lo has recibido, y lo harás.” Es importante sentirte justo en tu deseo cumplido, porque la conciencia es la única realidad y todo lo que ves es nada más que una manifestación externa de un estado de conciencia. Es necedad buscar una cosa antes de establecer su causa. Un efecto depende de un estado de conciencia, y no puedes encontrar el efecto sin ser su causa. Y si no sientes la naturalidad del estado deseado, tú no puede externalizarlo, porque la conciencia es muy visible.

Pregúntate a ti mismo, cuánto tiempo has sido consciente de ser lo que quiere ser. ¿En qué medida sientes su realidad ahora? Mateo nos dice: “Oh, generación incrédula y perversa. ¿Hasta cuándo estaré con ustedes?” ¿Tienes fe en lo que eres consciente? Eso espero, porque sin fe es imposible lograr nada. Es la sustancia de la cosa esperada y la causa de todos los fenómenos.



La palabra “perversa” significa “volverse en la dirección equivocada; sin objetivo, fijeza o enfoque de propósito.” Cuando el último titular o boletín de noticias puede desviarte de tu deseo, tú eres perverso y fallas. Pero si el éxito es tu meta, su estado de ánimo debe ser llevado hasta que el sentimiento de ser exitoso sea tan natural, que no puedas alejarte de el.

Por otro lado, “inoportuno” significa “intrépida imprudencia.” Si persistes en tu asunción, tu intrépida imprudencia no te permitirá que aceptes la evidencia de tus sentidos cuando niegan tu asunción, sino que reorganizarán la sustancia llamada Vida en el molde de tu asunción. Este mundo se mueve con la necesidad de moldear y manifestar la disposición de la mente del individuo. Es importante persistir hasta que el cumplimiento se convierta en tu naturaleza. Los cambios comienzan a ocurrir en su momento de naturalidad. Jacob dijo al Señor: “No te dejaré ir hasta que me bendigas”.

Como Jacob, puedes luchar toda la noche con una idea (y todas las ideas bajan del cielo para encarnarse). Si no aceptas un no por respuesta y persistes en el sentimiento de tu deseo cumplido, serás bendecido con su exteriorización.

Las Escrituras hablan de un hombre cuyo hijo estaba muerto, sin embargo, cuando fue donde el hombre de Dios y le pidió que reviviera al niño, le fue hecho. Tu ideal, ya sea por éxito, salud, romance, dinero o fama, es tu hijo que está muerto. Pero si crees en su vida y caminas en la asunción de que eres exitoso, sano o rico (si ese es tu deseo), tu hijo, que duerme resucitará del estado de muerte y vivirá en tu mundo.

La parábola nos cuenta de un juez que, “no temía a Dios ni respetaba al hombre.” Dentro de ti está ese juez que te dará cualquier cosa que pidas si eres tan persistente como la viuda en la historia. Viniendo a la hora de la medianoche, ella persistió en su solicitud hasta que el juez concedió sus deseos diciendo: “Porque esta viuda me molesta, le haré justicia; para que no siga viniendo y acabe con mi paciencia.” Cuando la luz de la conciencia no está brillando en tu deseo cumplido, es la hora de la medianoche. Pero si llenas tu deseo con la luz de tu conciencia y persistes, entonces te convertirás en aquello de lo cual eres consciente.

Tú estás siempre rodeándote con la verdadera imagen de ti mismo y lo que eres, solo eso puedes ver, ya sea bueno, malo o indiferente. Observa tus reacciones a la vida y estarás observando el ser del cual deseas separarte. Y, a medida que comienzas a identificarte con tu estado elegido, la separación se lleva a cabo. Pero tu asunción debe ser una actitud mantenida y, si por un momento pierdes ese estado de ánimo, recupéralo. Y si lo pierdes de nuevo, siéntete a ti mismo de regreso en el sentimiento hasta que el estado se vuelva tan natural que el pensamiento desde ese estado sea normal.

El gran fracaso de la mayoría de los estudiantes es que están perpetuamente construyendo, pero posponiendo su ocupación. Cuando entres en el estado deseado, siente su presencia rodeándote como una oración contestada. A continuación, vuélvete tan unificado con el estado que tus pensamientos fluyan de el.  Persiste en ver tu mundo desde ese estado y se materializará en un hecho. Tú y sólo tú determinas el tiempo en el que el estado se exteriorizará. Si tu mente es tan disciplinada que no puede ser volteada o desviada, el deseo de tu corazón será proyectado en la pantalla del espacio. Pero si crees en cualquier poder secundario, tu creencia causará su retraso.



Tu conciencia es el poder de la Palabra. Es divina, no divisional. No hay dos Yo Soy sino un Yo Soy de pie en muchos niveles. El deseo, reclamando su cumplimiento ahora, lucha como Jacob. Pero cuando la lucha termina, el deseo, como Israel, nace. Tú puedes pensar que tu nombre es Juan Pérez o María Gómez, pero tu verdadero nombre es Yo Soy y tu estado de ánimo predominante es tu naturaleza. Sepárate de un estado y asume una nueva naturaleza. Persiste en tu nueva relación y darás a luz a sus hijos, como nuevos fenómenos aparecen para dar testimonio de la creatividad interior de tu Yo Soy.  Sólo si careces de “persistencia” y constantemente regresas al estado del cual estás intentando separarte, se producirá el fracaso. El deseo es identidad oculta. Lo que quieres, tú ya lo tienes. Si reconoces, como un hecho, que ya eres lo que deseas ser y no te desvías, sino que mantienes tu persistencia, caminando en el estado de cumplimiento que ahora te domina, ningún poder en la tierra puede impedir que lo manifiestes. Pero debes sentirte a ti mismo justo en la situación de la oración respondida, porque sólo creyendo que ya lo tienes, va aparecer.

Cualquiera que ore exitosamente es, él mismo, el trampolín de acción y el que concede la oración. No hay otro ser para concederla. El que recibe la respuesta a la oración es el que la otorga a través del acto de reorganizar la mente. Aprende a reorganizar tu mente y, si te encuentras caminando en el campo de las oraciones sin respuesta, da la vuelta y camina en el campo (estado) de cumplimiento. Y, recuerda, “La fe es la sustancia de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.” La única realidad y la única sustancia es la conciencia de la cual toda oración tiene su principio y su fin.

Todo el libro de Hebreos está dedicado a la fe: “Por la fe se sostuvo como viendo al Invisible.” Y “La fe es la sustancia de las cosas que se esperan”; “A nosotros nos fue anunciada la buena nueva, así como a ellos, pero no les aprovechó por no ir acompañada por la fe” Las buenas nuevas son el deseo cumplido. Si el deseo no se mezcla con la fe, no sirve de nada, porque la fe es ser consciente de la realidad del cumplimiento del deseo. Ya ves, la creación está terminada, y sólo nos hacemos conscientes de partes cada vez mayores de ella. La ausencia de fe sería negar la realidad del estado asumido. Si te limitas a tus sentidos físicos que contradicen todo lo que deseas, entonces la fe será desconocida para ti. Pero la fe hará real aquello que es invisible.

El ser que te gustaría ser, aunque invisible, se revelará a sí mismo y será visible para todo el mundo cuando tú camines en la fe de su realidad.


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