La Manera Fácil

El Principio de la “Menor Acción” gobierna todo en la física, desde la trayectoria de un planeta a la trayectoria del pulso de la luz.  La menor acción es la mínima energía, multiplicada por el mínimo de tiempo. Por lo tanto, para moverte de tu estado presente al estado deseado, debes utilizar el mínimo de energía y tomar el menor tiempo posible.

Tu viaje de un estado de conciencia a otro, es un viaje psicológico, por lo tanto, para hacer el viaje debes utilizar el equivalente psicológico de “Menor Acción” y el equivalente psicológico es la simple asunción.

El día que te des cuenta completamente del poder de tu asunción, descubrirás que funciona en completa conformidad con este principio. Funciona por medio de la atención, menos esfuerzo. Por lo tanto, con el mínimo de acción, a través de la asunción, te apuras sin precipitarte y alcanzas tu objetivo sin esfuerzo.

Porque la creación ya está terminada, lo que deseas ya existe. Está excluido de la vista porque tú puedes ver sólo los contenidos de tu propia conciencia.

Es la función de una asunción llamar de regreso a la vista excluida y restaurar la visión completa. No es el mundo, sino tu asunción lo que cambia.

La asunción trae lo invisible a la vista. No es nada más ni nada menos que ver con el ojo de Dios, eso es, la imaginación.

“Pues Dios no ve como el hombre ve, pues el hombre mira la apariencia exterior, pero el Señor mira el corazón”. [1 Samuel 16:7]

El corazón es el principal órgano del sentido, por lo tanto, la primera causa de la experiencia. Cuando miras “en el corazón”, estás mirando tus asunciones: las asunciones determinan tu experiencia.  

Observa tus asunciones con total diligencia, ya que de ellas salen los asuntos de la vida. Las asunciones tienen el poder de realización objetiva. Cada evento en el mundo visible es el resultado de una asunción o idea en el mundo invisible.

El momento presente es muy importante, ya que es sólo en el momento presente que nuestras asunciones pueden ser controladas. El futuro debe convertirse en el presente en tu mente, si tú quieres operar sabiamente la ley de asunción.  

El futuro se convierte en el presente cuando te imaginas que ya eres aquello que serás cuando tu asunción se cumpla.

Quédate quieto (menor acción) y sabrás que ya eres aquello que deseas ser.  El final del deseo es ya Ser. Traduce tu sueño en Ser. La construcción perpetua de estados futuros sin la conciencia de ya serlos, eso es, imaginar tu deseo sin realmente asumir el sentimiento del deseo cumplido, es la falacia y el espejismo de la humanidad.  Eso es simplemente inútil ensueño.


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